Entre Estados Unidos y China ya nada va bien. Con la aplicación informática TikTok lo han intentado todo; han iniciado las provocaciones más diversas para erradicarla de los móviles, pero no han logrado su objetivo.
Ahora la presión mafiosa llega a su último grado: el Congreso estadounidenses ha concedido seis meses a la empresa china para vender la aplicación informática a otra empresa diferente… siempre que no sea china.
Es como si a TelePizza le quitaran sus pizzas.
Si los chinos no venden TikTok, la aplicación será excluida de las plataformas de descarga, como AppStore (la tienda de aplicaciones gestionada por Apple) o Google Play Store (la tienda de aplicaciones gestionada por Google).
El mercado estadounidense supone 170 millones de usuarios y es muy goloso para los propietarios chinos.
Es lógico que el gobierno de Pekín haya levantado la voz. Wang Wenbin, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, dice que los métodos estadounidenses de funcionamiento son propios de “matones”, de las peores épocas de la mafia, el gangsterismo y el pistolerismo que siempre han caracterizado a Estados Unidos.
Excluir a las empresas chinas de manera completamente arbitraria perjudica el comercio mundial, añadió Wang.
También perjudica a Estados Unidos, donde algunos creen que perder TikTok es un duro golpe para la economía. Unas 300.000 personas dependen directamente de la plataforma, lo que les privaría de su fuente de ingresos.