Los medios italianos publican la foto del hombre detenido en la provincia de Rimini por su participación en el sabotaje al gasoducto Nord Stream, Serhii Kuzientsov. El chivo expiatorio es un ucraniano de 49 años, comandante del ejército y oficial de inteligencia.

La orden de detención revela que Kuzientsov y sus cinco cómplices colocaron explosivos en septiembre de 2022 cerca de los gasoductos Nord Stream, que transportaban gas natural de Rusia a Alemania. El incidente ocurrió cerca de la isla danesa de Bornholm. Usaron un velero para transportar los explosivos. Las bombas explotaron el 26 de septiembre de 2022.
Según el diario italiano Corriere della Sera, Kuzientsov fue identificado tras la compra de un billete de avión entre Polonia e Italia.
Al espía ucraniano le imputan la coordinación de la operación. Según el Wall Street Journal, era un comandante militar y miembro del servicio de inteligencia ucraniano SBU. Para otorgarle una aureola heroica dicen que formó parte de la unidad de élite que detuvo al ejército ruso en Kiev durante los primeros meses de la guerra.
El 7 de septiembre de 2022, Kuzientov y los otros cinco hombres salieron de Rostock, Alemania, en un yate. Cuatro de ellos son buzos profesionales, entre ellos la única mujer del grupo. Había sido reclutada para dar la impresión de que la operación era una excursión con amigos, según el Corriere della Sera.
Al comando le equiparon con materia de buceo, un sonar y mapas para localizar el oleoducto, situado a unos 80 metros bajo el mar. Para colocar las bombas, los autores bucearon por parejas durante unos 20 minutos cada vez en el agua helada.
Zelensky siempre ha negado estar al corriente del plan. Un oficial que participó en su diseño reveló el año pasado al Washington Post que la operación se activó durante una noche.
Para rematar una historia inverosímil, el periódico añadió que el atentado costó unos 300.000 dólares y fue financiado por empresarios.
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