En internet un vídeo ha mostrado el cuerpo sin vida del policía en el patio de la comisaría. El balance provisional es de dos muertos, un policía y un civil, y varios heridos.
Hace una semana el comisario de policía ya tuvo que abandonar la ciudad por la presión popular. Según los vecinos, todo comenzó por un control policial durante el cual un policía pateó a un ciudadano.
Los vecinos atacaron al comisario al que consideran como responsable de no castigar al policía maltratador. Ayer los manifestantes irrumpieron en la comisaría de policía donde se encontraban el comisario y sus hombres.
En respuesta a la determinación de los vecinos, la policía disparó, hirió y mató a uno de los manifestantes que había logrado acceder hasta el patio de la comisaría. El comisario Idrissa Tounkara fue ejecutado por la multitud que destruyó la comisaría y los demás policías huyeron.
La información se ha difundido ampliamente en redes sociales africanas con imágenes de apoyo. Durante varios días la tensión ha sido muy alta, según el jefe de los “griotes” (*) de Segou, Mamadou Kouyaté. Unos delegdos trataron de mediar entre los vecinos y la policía, pero no logró su objetivo.
En Fana, otra ciudad de Mali, los vecinos también se quejan del hostigamiento de la policía, que practica continuos controles por la noche.
En Mali la población considera a la policía como su enemigo, un factor de opresión, lo que ha exacerbado la crisis en el norte y el centro del país.
(*) En las culturas africanas el “griot”, también llamado “djeli” o “jali”, es un bardo o persona que recita viejos relatos de la tradición oral entre los vecinos.