Los kurdos vuelven a ceder a la presión del imperialismo y rompen sus negociaciones con el gobierno de Damasco

Los dirigentes políticos kurdos tan pronto dicen una cosa como la contraria, dan un paso al frente y otro hacia atrás. La última es que han cedido a las presioes de Estados Unidos y han suspendido las negociaciones que mantenían con el gobierno de Damasco. Es lo que Trump les había pedido, ellos había dicho que no, ahora dicen que sí…

Uno de sus representantes oficiales en Moscú, Rshad Bienaf, ha dado a los medios de comunicación rusos una explicación inverosímil de la ruptura: había habido un “diálogo”, pero no se habían alcanzado resultados porque el gobierno de Damasco no estaba dispuesto a cambiar la Constitución a favor de un sistema democrático establecido en la zona ocupada por Estados Unidos en el noreste del país.

Por todos los lados se juntan extraños compañeros de viaje: el máximo dirigente de Al-Qaeda (Hayat Tahrir Al-Sham), Abu Mohammad Al-Julani, ha declarado que apoya la operación militar turca contra los kurdos, a la que ha calificado como un “operación de liberación del Éufrates oriental”.

Eso parece significar que Turquía apuesta a caballo ganador para el control de la provincia de Idlib: no es el llamado “Frente de Liberación Nacional” sino justamente Al-Qaeda.

Recientemente, Hayat Tahrir Al-Sham ha alcanzado un control total sobre la mayor parte de la zona de desescalada de Idlib al derrotar al Frente de Liberación Nacional apoyado por Turquía y obligarlo a aceptar su propio poder en la región.

Pero la expansión en la provincia, dice Al-Julani, no allana el camino para una operación militar del ejercito sirio en la región, lo cual abunda sobre lo ya expuesto: si no hay una batalla por Idlib, entonces quiere decir que Al-Qaeda se va a encargar de cumplir para Tuquía la parte que le corresponde en los acuerdos de Astana.

En otras palabras, Al-Qaeda pretende convertirse en un socio del gobierno turco en lo que concierne a Idlib y, posiblemente, a cualquier negociación política sobre el futuro de Siria. Sería un magnífico ejemplo de eso que por aquí llamaron “la oposición moderada”. Puro sarcasmo, cinismo e hipocresía or parte de las potencias occidentales.

El 14 de enero el ministro turco de Asuntos Exteriores, Mevlet Cavusoglu, dijo que su gobierno estaba adoptando medidas para mantener la paz y prevenir las violaciones en la zona de desescalada de Idlib. Incluso afirmó que el acuerdo de desescalada de Idlib se ha aplicado con éxito a pesar de las difíciles condiciones y que el gobierno sirio y los países que lo apoyan (Rusia, Irán) tienen la culpa de que Idlib se convierta en un “nido terrorista”.

Cavusoglu olvidó mencionar que Hayat Tahrir Al-Sham es un grupo terrorista que ha sido excluido del régimen de alto el fuego establecido en la zona de Idlib y, por lo tanto, es un objetivo legítimo para cualquier acción militar, desde el punto de vista de los acuerdos de Astana.

Los intentos de Turquía de impedir el avance del gobierno de Damasco en el noroeste de Siria han contribuido abiertamente a la expansión de Al Qaeda y a la reconvrsión de dicho grupo terrorista en un apéndice de la política exterior de Turquía.

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