Según la prensa norteamericana, se trata de dos miembros británicos de un grupo conocido como “The Beatles”.
El Washington Post y CNN afirman que estos dos yihadistas son Alexanda Amon Kotey y Shafee El-Sheikh, que formaban parte de un cuarteto apodado por sus rehenes “The Beatles” por su acento inglés. Su unidad había secuestrado a periodistas extranjeros, torturado y decapitado a algunos cautivos, entre ellos al periodista estadounidense James Foley.
“Puedo confirmar que hemos recuperado el control sobre dos altos cargos del Califato Islámico de las FDS” (Fuerzas Democráticas Sirias), dijo el miércoles un portavoz del Pentágono.
Los dos hombres “fueron puestos en detención militar” fuera de Siria, añadió. Según la prensa estadounidense, están presos en Irak.
Varios países temen que la ofensiva turca contra las fuerzas kurdas, sicarios del imperialismo en Oriente Medio, lleve a un comienzo para el grupo yihadista, mientras que alrededor de 10.000 combatientes están presos en campos controlados por las milicias kurdas de YPG (Unidades de Protección Popular).
Entre los prisioneros hay cerca de 2.000 yihadistas extranjeros, a quienes sus países de origen se niegan a acoger. Entre ellos, los dos “Beatles”, Alexanda Amon Kotey y Shafee El-Sheikh. El tercer miembro del grupo murió en un ataque con aviones teledirigidos y el cuarto está en prisión en Turquía.
“Estamos recuperando a algunos de los combatientes más peligrosos del Califato Islámico y poniéndolos en varios lugares seguros”, explicó Trump ayer, sin dar más detalles. “Aceptamos a varios combatientes del Califato Islámico que son particularmente malos y queremos asegurarnos de que no les pase nada transfiriéndolos”, añadió.
Trump dijo que muchos yihadistas estaban todavía bajo custodia kurda, al tiempo que subrayó que consideraba a Ankara responsable de su destino. “Si los kurdos no los vigilan, será Turquía. No quieren que estas personas sean liberadas, como nosotros”, explicó.