Avión saudí F-15 |
A partir de ahora en la prensa mundial Ansarolah ha dejado de ser calificado como “grupo terrorista” para asumir la condición -más digna- de parte beligerante o insurgente.
La caída o el derribo de un avión militar ni siquiera ha sido frecuente en la Guerra de Siria, así que llama la atención que se produzca en Yemen. En 2017 un helicóptero Black Hawk saudí “se estrelló” en la provincia de Marib, en el centro del Yemen, matando a 12 militares invasores. Un alto oficial militar yemení de la época planteó la hipótesis del “fuego amigo”.
El avión accidentado o derribado el viernes era un Tornado que cayó a las 23:45 hora local (20:45 GMT) en la provincia de Jawf, dijo el portavoz saudí Turki Al-Maliki, a la agencia saudí SPA.
No especificó las razones del accidente ni el destino de la tripulación. Se limitó a informar de que el avión estaba llevando a cabo una misión de apoyo aéreo a las fuerzas en tierra.
Los invasores de Yemen, Arabia saudí y Emiratos Árabes Unidos, han estado interviniendo en el país desde 2015 para apoyar al gobierno contra las fuerzas rebeldes que controlan vastas regiones del norte y el oeste, además de Sanaa, la capital.
Según el canal de televisión rebelde Al-Massirah, sus fuerzas derribaron el avión con un sofisticado misil tierra-aire. “El cielo yemení no es un lugar para caminar y el enemigo debe reflexionar mucho” antes de aventurarse por allá, advirtió Yehya Saree, un portavoz de los huthíes, en el canal de telvisión.
Tras el accidente o derribo, Al-Massirah informó de que ayer los saudíes iniciaron ataques de represalia en la zona de Maslub, en la provincia de Jawf, donde los vecinos “se reunieron alrededor de los restos del avión derribado”.
Dijo que había “docenas de muertos y heridos”. Pero los trabajadores locales de ayuda no pudieron verificar inmediatamente el número exacto.
En su cuenta de Twitter, el portavoz de los huthíes, Mohamed Abdelsalam, dijo que “la destrucción del avión Tornado es un duro golpe para el enemigo, y muestra la significativa mejora de la capacidad de defensa” de los rebeldes.
Si se confirma la reivindicación de los huthíes, es un buen indicador del fortalecimiento del arsenal de los rebeldes, a los que los saudíes acusan de recibir armas de Irán, que por su parte, reconoce apoyarlos políticamente, pero no militarmente.
“Al principio del conflicto, los huthíes formaban una milicia variopinta que se procuraba armas” en el país, dijo Fatima Abo Alasrar, una experta del Instituto de Medio Oriente. “Hoy en día, han ampliado masivamente su arsenal con la ayuda de Irán y Hezbolah”, añadió.
Según un informe de los expertos de la ONU encargados de vigilar el embargo impuesto en 2015 a Yemen, desde 2019 los huthíes disponen de nuevas armas, algunas de las cuales tienen “características similares” a las armas fabricadas por Irán. Sin embargo, la ONU nunca ha podido confirmar que fueran entregadas por el gobierno de Teherán.