Los imperialistas nunca dicen la verdad

Como ya apuntamos en nuestra reseña sobre la película Zero Dark Thirty, recientemente otro artículo de Seymour Hersh en la London Review of Books (1) volvía sobre las mentiras de Obama acerca de la muerte de Bin Laden.

Hersh es un periodista muy veterano y muy conocido en el mundo entero. Fue quien denunció la matanza de My Lai, realizada por Estados Unidos en Vietnam y las torturas que practicaron los mercenarios del imperialismo en la cárcel de Abu Ghraib en 2003 y 2004.

Su artículo no aporta muchas novedades importantes. A estas alturas el cúmulo de mentiras que contaron Obama y la prensa mundial no creo que puedan sorprender a nadie. ¿Han dicho la verdad alguna vez?

Seymour Hersh confirma los siguiente datos:

a) Bin Laden fue capturado en 2006, no en 2011 como hizo creer Obama todo el mundo
b) no fue la CIA quien le capturó sino el ISI, el Servicio de Inteligencia pakistaní
c) durante cinco años lo mantuvo detenido en secreto en Abbottabad

Abbottabad es una ciudad de Pakistán que alberga la sede de la más prestigiosa academia militar de aquel país asiático, así como importantes unidades de combate. También es la ciudad en la que Obama aseguró haber capturado al dirigente de Al-Qaeda. Naturalmente, que lo del tiroteo que se produjo durante la detención es mentira, es mentira que Bin Laden estuviera armado, es mentira que un prisionero confesara su paradero a causa de las torturas, el cadáver tampoco fue arrojado al mar…

Absolutamente todo lo que contó Obama es mentira. El ataque peliculero de las fuerzas especiales, tampoco existió. Los espías paquistaníes guiaron a los pistoleros de la Armada de Estados Unidos hasta la habitación de Bin Laden. Le encontraron agachado y, a pesar de que estaba enfermo, lo acribillaron a tiros. Vaciaron los cargadores de sus armas en el cadáver hasta el punto de que el cuerpo se desintegró en pedazos.

A pesar del secreto, la autocracia saudí conoció la detención de Bin Laden desde el primer momento y, a causa de sus presiones, Pakistán no dio a conocer la noticia de la captura. La familia real saudí no quería verse involucrada en un asunto que concernía a uno de sus familiares más allegados que tantos servicios les había prestado en el pasado.

A cambio de ingentes sumas de dinero, los saudíes consiguieron que Pakistán mantuviera al dirigente de Al-Qaeda detenido en secreto. Temían que una entrega formal a Estados Unidos desvelara la connivencia de la familia real saudí con el yihadismo desde los tiempos de la Guerra de Afganistán, es decir, desde 1979.

A los pakistaníes tampoco les interesaba una entrega formal que pondría en primer plano que también ellos habían desempeñado un papel estelar en el impulso a Al-Qaeda y al yihadismo, un problema que llega hasta nuestros días. En resumen: todos (Arabia saudí, Pakistán, Estados Unidos) querían a Bin Laden muerto y con la boca cerrada para siempre. Tienen mucho que ocultar.

La CIA se enteró de la captura de Bin Laden en agosto de 2010 gracias al soplo de un antiguo dirigente del ISI que a cambio se embolsó 25 millones de dólares, lo que le ha permitido establecerse en Virginia con su familia a cuerpo de rey. Naturalmente que, además, trabaja para la CIA como “consultor”.

Además de las pruebas que aporta Hersh, hay otros rastros (2) que conducen en la misma línea, sobre cuya pista ya estaba un diario de Pakistán, mientras que otro ha confirmado la identidad del delator que informó a la CIA de la captura de Bin Laden.

La posterior entrega a Estados Unidos del detenido y su ejecución fueron objeto de de una larga negociación, en la que participó la familia real saudí, a la que Bin Laden pertenecía.

El caso es que el teatrillo orquestado por Obama y su famosa rueda de prensa para dar a conocer al mundo la noticia de su falsa captura, es una patraña de dimensiones colosales, aunque poco a poco el castillo de naipes se va desmoronando y hasta el New York Times reconoce que de aquellos polvos llegan estos lodos: la creación de Al-Qaeda tiene su origen en el apoyo de los saudíes a la yihad afgana.

Lo de la CIA y Al-Qaeda es ya un clamor general. En su último libro, el conocido periodista Bob Woodward, que en los años setenta fue uno de los que reveló el escándalo de Watergate, también lo dice bien claro: Bin Laden fue un instrumento de guerra creado y financiado por la CIA.

Todo eso ya lo sabíamos, pero que ahora El Mundo reconozca que “todo lo que nos han contado sobre el ataque en el que los Navy SEAL de Estados Unidos mataron a Bin Laden es mentira” (3), debería hacernos reflexionar: ¿quién es el que mintió?, ¿quién difunde mentiras?, ¿por qué mienten?, ¿alguna vez dicen la verdad?

El New York Times también se rasga las vestiduras, lo cual resulta apasionante porque nos entrega detalles escabrosos, como el de que el actual rey Salman era la persona que recaudaba los fondos entre los sátrapas de su familia para sostener la yihad contra el comunismo en Afganistán, Bosnia y otros lugares.

Cuando el New York Times deja caer que los saudíes también financiaron la yihad “en otros lugares” es porque no quiere que sus lectores prestemos atención a que se está refiriendo a la Guerra del Caúcaso de 1999, es decir, que la yihad es un movimiento creado de cabo a rabo por el imperialismo para luchar contra la Unión Soviética primero y contra Rusia después.

“La casualidad no existe”, decía Voltaire. Pues si es así, justo cuando Hersh publicaba su artículo, Obama merendaba en su residencia de Camp David con los sátrapas del Consejo de Cooperación del Golfo, esto es, Arabia saudí, Kuwait, Qatar, Barein, Omán y los Emiratos Árabes Unidos. En las fotos se les ve felices. ¿De qué se ríen? (Perdón, la pregunta está mal formulada: ¿de quién se ríen?)

(1) Seymour M. Hersh, The killing of Osama bin Laden, London Review of Books, http://www.lrb.co.uk/v37/n10/seymour-m-hersh/the-killing-of-osama-bin-laden
(2) Jon Schwarz y Ryan Devereaux, Sy Hersh’s bin Laden Story First Reported in 2011 — With Seemingly Different Sources, The Intercept, https://firstlook.org/theintercept/2015/05/11/former-professor-reported-basics-hershs-bin-laden-story-2011-seemingly-different-sources/
(3) La ‘verdadera’ historia de la muerte de Bin Laden, http://www.elmundo.es/internacional/2015/05/11/5550b674ca4741bb658b456e.html

comentario

  1. Nada, que yo me quedo con lo que me dicen las TVs, animado por todo tipo de imágenes y además me lo leen ellos, lo que es mucho más cómodo.

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