Cientos de antiguos agentes de la infame organización de espionaje israelí, Unidad 8200, han conseguido cargos de influencia en muchas de las empresas tecnológicas más grandes del mundo, como Google, Facebook, Microsoft y Amazon, según un reportaje publicado por MintPress.
La Unidad 8200 del ejército israelí es famosa por el control que establecido sobre la población palestina, amenzando a los resistentes con chantajes y extorsiones. Espiando a los ricos y famosos del mundo, la Unidad 8200 fue noticia el año pasado tras el escándalo de Pegasus. Exoficiales de la Unidad 8200 diseñaron e implementaron un software que espió a decenas de miles de políticos y probablemente contribuyó al asesinato del periodista saudí Jamal Khashoggi.
Según la página de empleo LinkedIn, al menos 99 veteranos de la Unidad 8200 trabajan actualmente para Google. Sin embargo, esta cifra casi con certeza subestima el alcance de la colaboración entre ambas organizaciones. Para empezar, no incluye a los antiguos empleados de Google. Tampoco incluye a quienes no tienen una cuenta pública de LinkedIn, ni a quienes la tienen, pero no han revelado sus afiliaciones previas con la unidad israelí de vigilancia de alta tecnología.
El estudio cita a Gavriel Goidel, Jonathan Cohen, Ori Daniel, Ben Bariach y otros.
La Unidad 8200 es, en parte, una organización de espionaje y extorsión que utiliza su acceso a las bases de datos para chantajear y subyugar a los opositores del apartheid. El hecho de que esta organización tenga tantos agentes (literalmente cientos) en puestos clave en las principales empresas tecnológicas a las que el mundo confía nuestros datos más sensibles (médicos, financieros, etc.) debería ser motivo de gran preocupación.
Para la Unidad 8200 parece que todos son presa fácil.
Google ya mantiene una estrecha relación con el gobierno israelí. El año pasado, junto con Amazon, firmó un contrato de 1.200 millones de dólares con Israel para proporcionar servicios de tecnología de vigilancia militar, tecnología que permitirá al ejército israelí espiar ilegalmente a los palestinos, destruir sus hogares y expandir los asentamientos ilegales.
El acuerdo desencadenó una revuelta en ambas empresas, con unos 400 empleados firmando una carta abierta negándose a colaborar. Google obligó a una empleada de religión judía, Ariel Koren, a dimitir por su papel en la oposición al acuerdo. Koren declaró posteriormente: “Google silencia sistemáticamente las voces palestinas, judías, árabes y musulmanas preocupadas por la complicidad de Google en las violaciones de los derechos humanos palestinos, hasta el punto de tomar represalias oficiales contra los trabajadores y crear un clima de miedo […] Silenciar el diálogo y la disidencia de esta manera ha ayudado a Google a proteger sus intereses comerciales con el ejército y el gobierno israelíes”.
Meta, la empresa propietaria de Facebook, Instagram y WhatsApp, también ha reclutado a un gran número de espías de la Unidad 8200. Una de las personas más influyentes de Meta es Emi Palmor, uno de los 23 que forman parte del Consejo de Supervisión de Facebook. Descrito por Mark Zuckerberg como el “tribunal supremo” de Facebook, el Consejo de Supervisión decide colectivamente el contenido que se debe aceptar y promocionar en la plataforma, así como el que debe censurarse, eliminarse o retirarse.
Una de las principales funciones de la Unidad 8200 del ejército es utilizar su experiencia tecnológica para llevar a cabo operaciones de espionaje en todo el mundo. Como ha señalado el periódico Haaretz, “Israel se ha convertido en uno de los principales exportadores de herramientas para espiar a civiles”. Israel vende aplicaciones informáticas de vigilancia invasiva a decenas de gobiernos, muchos de los cuales se encuentran entre los peores violadores de derechos humanos del mundo.
La Unidad 8200 también espía a ciudadanos estadounidenses. Edward Snowden reveló que la NSA transmite regularmente datos y comunicaciones de ciudadanos estadounidenses al grupo israelí.
El ejemplo más conocido de aplicación espía israelí es Pegasus, una creación de NSO Group, una empresa técnicamente privada, compuesta principalmente por veteranos de la Unidad 8200. La aplicación se ha utilizado para espiar a más de 50.000 figuras prominentes en todo el mundo, entre ellas decenas de defensores de los derechos humanos, casi 200 periodistas, varios miembros de la familia real árabe y más de 600 políticos, entre ellos los ministros del gobierno español, el antiguo primer ministro pakistaní Imran Khan y el presidente irakí Barham Salih.
El primer ministro indio Narendra Modi utilizó la aplicación para buscar información comprometedora sobre sus oponentes personales. Otros miembros de su gobierno piratearon el teléfono de una mujer que acusaba al presidente del Tribunal Supremo de la India de violarla.
Pegasus también estaba instalado en el periodista asesinado del Washington Post, Jamal Khashoggi, lo que insinuaba que NSO colaboraba con el gobierno saudí, ayudándolo a silenciar la disidencia y las críticas.
Pegasus funciona enviando un mensaje de texto a un dispositivo específico. Si el usuario pulsa en el enlace, se descarga automáticamente la aplicación de espionaje. Una vez infectado, es posible rastrear la ubicación y los movimientos de una persona, tomar capturas de pantalla, activar la cámara y el micrófono del teléfono, recuperar mensajes y robar contraseñas.
Pero mientras Pegasus acaparaba titulares internacionales, otra empresa, aún más siniestra y peligrosa, pasó desapercibida. Se trata de Toka, fundada por el exministro de Defensa y primer ministro israelí, Ehud Barak, con la ayuda de varios oficiales de la Unidad 8200.
Toka puede infiltrarse en cualquier dispositivo conectado a internet, televisores, refrigeradores y otros electrodomésticos. El año pasado, la periodista Whitney Webb declaró que la empresa actúa como fachada para las operaciones de espionaje del gobierno israelí.
Una tercera empresa privada de espionaje, con empleados graduados de la Unidad 8200, es Candiru. Esta empresa, con sede en Tel Aviv, apenas existe oficialmente. Carece de sitio web y, al visitar la sede, no hay ninguna indicación de estar en el lugar correcto. Sin embargo, se cree que Candiru estuvo detrás de los ataques informáticos en Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Singapur, Qatar y Uzbekistán.
Los datos de LinkedIn sugieren que al menos 166 miembros de la Unidad 8200 han trabajado para Microsoft. El monopolio con sede en Seattle también depende en gran medida de profesionales de la Unidad 8200 para diseñar y mantener su sistema de seguridad mundial. Otros productos de seguridad de Microsoft, como Microsoft Defender Antivirus y Microsoft Azure Secure Cloud Computing, también han sido diseñados y mantenidos por miembros de la Unidad 8200.
(*) https://www.mintpressnews.com/revealed-former-israeli-spies-working-top-jobs-google-facebook-amazon/282413/
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