‘Nos quedamos en casa, haz tú lo mismo’ |
La palabra ‘delatores’ es una traducción literal del comunicado del sindicato policial, fechado el 14 de abril (1).
Las centralitas de la policía están desbordadas por las denuncias de quienes vigilan del comportamiento de sus vecinos durante la cuarentena. Hay quien remite la denuncia ya prácticamente acabada, con fotos y vídeos incluidos para demostrar que el vecino viola el toque de queda.
La propia Prefectura de París ha pedido a los soplones que dejen de llamar por teléfono a la policía para chivarse. Las delaciones obligan a la policía a intervenir, produciéndose una hipertrofia de denuncias relacionadas con el coronavirus que alejan a la policía de intervenir en los delitos más graves.
El alcalde del distrito 20, Frédérique Calandra, ha dicho lo mismo: que los vecinos se olviden su celo inquisidor.
El alcalde de Saverne ha hecho la misma petición porque los vecinos “denuncian a los niños que juegan en la calle, a un vecino que ha sacado el perro cinco veces a lo largo del día, a los que hacen un barbacoa…”
El diario 20 Minutos habla de una “caza de brujas” que va desde los domicilios a las redes sociales, donde también hay protestas por los mensajes que no respetan el canon doctrinal (2).
Son las secuelas de la histeria, dice la siquiatra Anne Raynaud.
“Alternative” señala que, sin embargo, hay una disparidad según cada región. El porcentaje de llamadas cae al 50 por ciento en Nueva Aquitania, con una tendencia “a la baja”, pero en Burdeos las “delaciones” alcanzan hasta el 90 por ciento de las llamadas recibidas después de las 16 horas.
“En nuestra zona los residentes pasan todo el tiempo en casa y, por lo tanto, también mucho más tiempo en la ventana. Los barrios de narcotráfico son más visibles que de costumbre debido al confinamiento del resto de la población, por lo que todos se sienten justificados para llamarnos. También tienen menos miedo a las represalias que de costumbre. Así que, sí, tenemos un gran aumento en las llamadas de informes. Pero eso tampoco es catastrófico”, dice un alto dirigente de la policía asignado a una comisaría de los suburbios de París.
No será catastrófico para la policía, pero sí lo es para la sociedad, incluso para pequeñas comunidades de vecinos. Este tipo de delaciones permiten saldar viejos ajustes de cuentas, pequeñas venganzas, pequeñas mentiras que pueden amargar la vida a cualquiera. El chivateo destruye para siempre la convivencia entre los vecinos.
En otros casos, los vecinos llaman a la policía para matar el aburrimiento. La tele cansa, la siesta cansa, la ventana cansa… Incluso cansa escuchar el “Resistiré” todas las tardes.
(1) https://www.francetvinfo.fr/sante/maladie/coronavirus/confinement-la-delation-represente-jusqu-a-70-des-appels-dans-certaines-grandes-agglomerations-selon-le-syndicat-
(2) https://www.20minutes.fr/societe/2762167-20200417-coronavirus-pourquoi-denonciations-non-respect-confinement-pullulent-elles