El viernes de la semana pasada los comunistas de la localidad convocaron una concentración de apoyo a Corea del norte. En el acto participaron el alcalde, Anatoly Lokot, que es el primer secretario del PCFR, el diputado Andrei Zhirnov y otros cargos electos de distintas organizaciones.
En el acto el dirigente regional, Renat Suleimanov, tomó la palabra para asegurar que la República Popular Democrática de Corea tiene muchos amigos en Novossibirsk y en toda Rusia. En la red social Vkontakte, los que se manifiestan como solidarios con el gobierno de Pyongyang suman más de 100.000 seguidores.
Suleimanov criticó las amenazas de Trumo vertidas contra Corea en la ONU y dijo que en Yugoeslavia, en Libia y en Irak el imperialismo había demostrado que está dispuesto a destruir un país tras otro y que, en consecuencia, la postura del gobierno de Pyongyang de recurrir al armamento atómico frente a la agresión era justa.
En el acto faltaron referencias críticas hacia la postura del gobierno de Moscú de aprobar las sanciones de la ONU contra Corea, a pesar de reconocer que su ineficacia. La política rusa hacia Corea es ambigua. En Astaná el viceministro de Exteriores ruso, Serguei Riabkov, ha criticado el lanzamiento de misiles por parte de Corea, al tiempo que se manifestaba contrario a la imposición de nuevas sanciones y las medidas de fuerza, que son “categóricamente inaceptables”, dijo.
De manera conjunta Rusia y China han defendido un proyecto de “doble congelación” que alcanzaría tanto de los ensayos nucleares por parte del Corea del norte, como de las provocaciones militares de Estados Unidos en la Península.