Como ven los miles y miles y cientos de miles de lectores de este insobornable blog que sólo se casa con la causa del proletariado, caso que exista, hay dudas, por lo visto, y la Revolución con mayúscula, y con la minúscula también, si verdaderamente lo es, también aquí sabemos hacer «populismo», aunque del malo, lo admitimos. El bueno, el populismo sano y bienhechor, se lo dejamos a los chicos de «Podemos» tipo Espinar, o «Kichi», a los que este tipo de corruptelas les vienen de perlas para asomar la alicaída cabeza con «tramabuses» y demás infantiladas que señalan, son los únicos, a los corruptos. Es otra forma de vivir (políticamente, vamos a decir piadosamente) de la corrupción, pero, ¿cómo decir?, al revés, vale decir, esto es, dame una corruptela que llevarme a la boca para enseñar media teta como la «Marianne» del cuadro de Delacroix en la revolución francesa de 1830. Es lo lúdico de la democracia, que haya casos de corrupción para monopolizar su denuncia. Su imperfección nos alienta y nos da vidilla.
La Espe llorando, joé, esto se pone interesante, divertido. Yo que Mariano (Rajoy), andaría con ojo pues esta no anda con ostias y no se cae con los palos del sombrajo, sino con todo el equipo.
Bah, ya será menos, Bianchi, me dicen por aquí.
Arrivederci Roma.