En la zona de Kabale, Uganda, pudieron hablar con el supervisor de el campo de té en terrenos de la Iglesia Católica y la empresa Kigezi Higland Tea Limited, donde trabajan niños de hasta 10 años de edad.
Los niños reciben 1.000 chelines de Uganda, unos 0,30 centavos de dólar por cada jornada laboral. En la granja trabajan unos 15 niños junto con el resto de la comunidad, y su trabajo consiste en transportar las hojas de té de un lado a otro.
Según representantes locales de la Iglesia Católica, el acuerdo con la multinacional fue impulsado por la diósesis local de Kabale para financiar proyectos en favor de la comunidad, mientras que la empresa se abstuvo de hacer comentarios.
Incluso en la casa del obispo Callistus Rubaramira de la diósesis de Kabale, la BBC encontró niños de 10 años trabajando en los terrenos. Los intentos de hablar con el obispo fueron infructuosos.
La ONU calcula que solamente en Uganda existen aproximadamente 3 millones de niños en condiciones laborales parecidas.
Ya quisieran los niños africanos que los católicos solo les explotasen las manos.