7. El concierto polifónico de la Autonomía Organizada.
Las corrientes generadas por la disolución de Potere Operaio, corrientes que en sentido amplio se pueden denominar Autonomía Obrera Organizada, desarrollarán numerosas experiencias organizadas, que se perfilarán según las determinaciones del debate y as cambiantes posturas. Se caracterizaron por una cierta fluidez, con fracturas y recomposiciones. Globalmente se produjo una intensa actividad político-militar, evidentemente menos unitaria, homogénea ó constante que la producida por las Brigadas Rojas. Incluso la fragmentación y la auténtica cacofonía de siglas –recurriendo cada formación a varias- fueron políticamente perjudiciales, creando confusión y dificultades para comprender el hilo de sus propuestas.
Se puede también destacar el hecho de que una parte al menos de las iniciativas estaban relacionadas con situaciones inmediatas, en una agrupación provisional y espontánea. Si esto era signo de la riqueza del “antagonismo” difuso, también era señal de la incapacidad de dar un salto cualitativo, de centralización y de largo plazo, para conseguir un cambio cualitativo en el movimiento de clase, la dimensión política del enfrentamiento con el poder.
Se produjeron así ataques con explosivos contra grandes empresas, tanto por su papel en la luchas del momento como por su papel imperialista; la FIAT, Face Standard, ITT, Unión Petrolífera, y también algunos ataques en la persona de sus directivos. La Autonomía de la región del Veneto expreso un alto nivel cualitativo de uso de la fuerza, como un aspecto de la construcción de un contrapoder sobre el territorio. Como prolongación de un trabajo de afianzamiento real en el tejido de las luchas locales, su lucha armada estuvo hecha de series simultáneas de “pequeños ataques”, teniendo por objetivo algunas noches vehículos, sedes ó locales patronales, por ejemplo; y además otra serie de fascistas y carabinieri.
Y esto hasta tener la capacidad de decretar la ocupación de un barrio de ciudad durante algunas horas, patrullado por grupos armados (impidiendo los movimientos policiales) ocupándose en su interior de los patronos, los precios, los alquileres, los fascistas, etc. Esto no sucedió mas que tres o cuatro veces…pero sucedió. Se consideraba la prefiguración de una etapa superior de contrapoder, como objetivo a conseguir y generalizar. Otra importante rama de la Autonomía, la principal, la mas consistente y presente en numerosas regiones, será la que gira en torno al periódico Rosso (Rojo), que se expresaba principalmente por las siglas Brigadas Comunistas, pero utilizando otras también.
Muchos ataques se produjeron a nivel de “fábrica difusa” (categoría formulada para definir el fenómeno, entonces en sus inicios, de la deslocalización-fragmentación de la fábrica sobre todo un territorio, con sus corolarios de sobreexplotación, trabajo en negro, etc.), estructurándose una forma organizacional armada a medio camino entre el clásico núcleo y la acción de una manifestación de masas que barría no una gran fábrica sino un conjunto de pequeñas industrias. O al menos esa era la intención, porque la conjugación de estos dos niveles so será fácil. Exigía un nivel de madurez y de capacidad del que se disponía raramente. Prevalecerán las contradicciones y las derivas. Será una positiva experiencia, y posible hasta 1977 incluido. (Mas adelante se verán las razones de su agotamiento). Muchos ataques fueron dirigidos así contra las fuerzas de represión, los fascistas y los traficantes de heroína. Igualmente se asistió al ascendente movimiento de las “Reapropiaciones”, y su apoyo con ataques a estructuras de la especulación mercantil, a los grandes grupos, a las inmobiliarias, etc.
Y también se asistió a las iniciativas tomadas por el área que constituyó Prima Linea. Entre 1975 y 1976 se manifiestan los preparativos de puesta en marcha, y que dan una buena idea del salto cualitativo que iba a producirse: el “gambizzato” del primer directivo de la FIAT, efectuado en una fase de lucha interna especialmente fuerte, en la fábrica de Rivalta en las afueras de Turín, lucha en cuyo transcurso el papel de los jefes intermedios había sido esencial; se los denuncia en un panfleto que contenía una lista de los peores, y una manifestación interior que expulsó a tres de las puertas de la fábrica. La fuerza política de la iniciativa hace temblar a los revisionistas y a los oportunistas de “extrema izquierda”, y esto da una idea de la estrecha dialéctica que existía entre la intervención pública y la intervención armada. Hay que señalar además que el año 1976 fue, desde el punto de vista de vista del movimiento obrero, un año de apogeo, en donde se alcanzan las conquistas mas altas. La indexación de salarios, alcanzada aquel año, llevará a la paradoja de una recuperación en los salarios superior al nivel de la inflación; la patronal no sabía a que santo encomendarse. El tejido de núcleos y comités autónomos de fábrica es muy denso, teniendo un papel esencial en numerosas movilizaciones.
Otro ataque de Prima Linea fue la ejecución de un responsable del partido fascista de Milán en la primavera de 1976, como represalia de una serie de agresiones fascistas especialmente graves. Esta fue la primera ejecución planificada, aparte de los tiroteos accidentales; la primera en tanto que acto político-militar explícito. Hacia finales de año, Prima Linea empieza a operar con intensidad y continuidad, empezando con una irrupción en una sede patronal de Turín, igualándose con las B.R. en la fuerza, la dimensión y el alcance del proyecto. Tanto más que en su fase de despegue, Prima Linea consiguió reunir a las Formaciones Comunistas Combatientes. Constituían una enésima rama de la Autonomía Organizada y armada, y no de las menores. Esta sobre todo centrada en la zona Centro-Sur, principalmente en Roma y su región. No se dio una unificación, pero actuarán conjuntamente.
Entre 1976 y 1977, las F.C.C. realizan dos “gambizzati” de dirigentes de las grandes fábricas en el Sur, en donde operan como Comités Obreros, y un sabotaje que produjo un enorme apagón en la fábrica FIAT de Cassino (Lacio) durante tres días.