El bulo fue elaborado por el espionaje de Estados Unidos, dijo al día siguiente el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia a la agencia Tass, es decir, que el New York Times es el altavoz que utiliza la CIA para propagar sus bulos.
“Esta falsa noticia demuestra claramente las débiles capacidades intelectuales de los propagandistas de los servicios de inteligencia americanos que tienen que inventar este tipo de tonterías en lugar de informar sobre lo que realmente está pasando. No obstante, qué más se puede esperar del organismo de inteligencia que fracasó miserablemente en la guerra de 20 años en el Afganistán”, dijo el Ministerio ruso de Asuntos Exteriores.
Aprovechando la oportunidad, el Ministerio puso de relieve la participación del espionaje estadounidenses en el tráfico de drogas de Afganistán.
“¿Debemos hablar de hechos? En Afganistán no es ningún secreto que los miembros de la comunidad de inteligencia estadounidense están involucrados en el tráfico de drogas, en pagos en efectivo a los militantes para que dejen pasar los convoyes de transporte, en sobornos de contratos para ejecutar diversos proyectos pagados por los contribuyentes estadounidenses. La lista de sus acciones puede ser ampliada si lo desea”, añadió el Ministerio.
Estas acciones derivan de que a las agencias de inteligencia de Estados Unidos “no les gusta que nuestros diplomáticos y los suyos unan sus fuerzas para facilitar el inicio de las conversaciones de paz entre Kabul y los talibanes”.
“Podemos entender sus sentimientos; no quieren que se les prive de las fuentes de ingresos no oficiales mencionadas anteriormente”, dijo el Ministerio con muy mala uva.
Tienen buenos motivos porque el bulo del New York Times ya ha dado lugar a amenazas directas contra los diplomáticos rusos, dijo la embajada rusa en Washington el sábado. “Las acusaciones infundadas y anónimas que acusan a Moscú de ser el cerebro del asesinato de los soldados estadounidenses en Afganistán ya han dado lugar a amenazas directas contra las vidas de los empleados de la embajada rusa en Washington D.C. y en Londres”, dijo la embajada en su cuenta de Twitter.
Según los diplomáticos rusos, el New York Times inventa historias falsas contra Rusia. Los autores del artículo “carecen claramente de información sobre la cooperación ruso-estadounidense en el proceso de paz de Afganistán, los programas sirios, norcoreanos, venezolanos e iraníes”.
“Pedimos a las autoridades estadounidenses competentes que tomen medidas efectivas para asegurar el cumplimiento de sus obligaciones internacionales en virtud de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas de 1961”, concluyó la embajada.
En su artículo, el New York Times aseguraba que hacía varios meses que Trump había sido informado de que los rusos pagaban a los talibanes por matar soldados estadounidenses.
También es mentira. A Trump nadie le ha informado de nada parecido, según reconoció el sábado Kayleigh McEnany, la Secretaria de Prensa de la Casa Blanca.