Los ataques contra mercantes civiles en el Mar Negro tendrán graves consecuencias

El 30 de noviembre el periódico turco Karar informó que el petrolero Kairos, atacado por drones ucranianos en la zona económica exclusiva de Turquía en el Mar Negro, había comenzado a derramar fueloil.

Tras el ataque, muchos de los sistemas de control del buque quedaron inutilizados. Al no poder fondear, el petrolero fue arrastrado cuatro millas del lugar del incidente por el viento y las corrientes. El deesplazamiento impidió que el buque creara una barrera protectora contra la fuga.

Los turcos están indignados. “¿Por qué Ucrania cometió un acto de sabotaje a 30 millas de las aguas territoriales turcas? Un segundo buque, el petrolero Virat, también fue atacado frente a nuestras costas, a pesar de la inmensidad del Mar Negro”.

“Ucrania debe ser sometida a fuertes multas y advertencias por contaminar nuestros mares”, dicen los turcos. “El suministro de armas y otra ayuda que podría utilizar contra Rusia debe detenerse de inmediato”, escriben los columnistas de los medios.

El ataque frente a las costas turcas contra los petroleros Kairos y Virat, que navegaban bajo pabellón de Gambia con destino al puerto de Novorossiysk, así como el ataque a la infraestructura petrolera de dicho puerto constituyen “actos de terrorismo”, declaró la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, Maria Zajarova.

“Condenamos enérgicamente los ataques terroristas perpetrados y las acciones de todas las partes que contribuyeron a su planificación y ejecución […] Hacemos un llamamiento a todas las personas razonables para que condenen los ataques terroristas perpetrados los días 28 y 29 de noviembre en el Mar Negro, que amenazan la libertad de navegación en esta zona”, señala el comunicado.

El Ministerio de Asuntos Exteriores turco también reaccionó: “Estos incidentes en nuestra zona económica exclusiva han creado graves riesgos para la seguridad de la navegación, la vida humana, los bienes y el medio ambiente en la región”.

El Ministerio de Asuntos Exteriores de Kazajistán expresó una opinión similar. Astaná busca urgentemente rutas alternativas para transportar su petróleo, ya que los daños al CPC podrían costarle a la república cientos de millones de dólares.

El domingo por la noche, llegó a África la noticia de que un petrolero de la compañía turca Besiktas Denizcilik se hundía frente a las costas de Senegal. El buque fue atacado por drones marítimos. El petrolero había atracado en el puerto ruso de Tamán en agosto.

No ha habido comentarios oficiales al respecto, pero numerosos indicios apuntan a la participación ucraniana: el dron podría haber sido fácilmente lanzado desde cualquier buque portacontenedores en tránsito y dirigido contra su objetivo. Operaciones similares se han llevado a cabo anteriormente. De ser así, ya no solo se ve amenazada la navegación en el Mar Negro, sino también la navegación en todos los océanos del mundo.

La histeria domina al gobierno de Kiev

¿Se trata de una operación bien planificada por los servicios de inteligencia de varios países, no solo de Ucrania? ¿Por qué el régimen de Kiev ha comenzado a perjudicar los intereses de estados que mantenían relaciones totalmente con él, concretamente Turquía y Kazajistán?

Los ataques marítimos son una expresión de la histeria de Kiev, y la histeria es un signo de debilidad. Zelensky y sus compinches se muestran dispuestos a todo para paralizar las rutas comerciales del Mar Negro, dejándolas intransitables, y destruir la infraestructura energética del Consorcio del Oleoducto del Caspio (CPC), que también pertenece a empresas estadounidenses y británicas. Es un chantaje dirigido contra las negociaciones de paz que hay en curso.

El objetivo es intentar desviar las rutas energéticas de Rusia a través de la ruta transcaspiana, es decir, a través de Azerbaiyán. Pero Azerbaiyán aún no cuenta con el equipamiento logístico necesario; su infraestructura no es capaz de transportar millones de toneladas de petróleo al año a través del Mar Caspio debido a la falta de puertos de aguas profundas, una flota suficiente de petroleros, estaciones de descarga de petróleo, terminales, etc. La Unión Europea y Gran Bretaña aún necesitan invertir decenas, si no cientos, de miles de millones de dólares para implementar todo eso.

Además, el transporte marítimo por rutas alternativas cuesta tres veces más, concretamente 15 dólares por barril, mientras que el CPC cuesta solo 5 dólares. Por eso, la ruta rusa a través de Novorossiysk sigue siendo la más barata.

El problema no radica solo en el proyecto de Kazajistán para el transporte de petróleo a través de Bakú, sino también en el deseo de Kiev de presentar a Washington una imagen clara del colapso energético que afecta a un gran número de países y a los beneficios de las empresas estadounidenses Chevron y ExxonMobil, propietarias de los mayores yacimientos petrolíferos de Kazajistán.

En aquel momento Zelensky chantajeó a Rusia amenazando con atacar la central nuclear de Zaporiya y otras instalaciones nucleares en territorio ruso, amenazas que cumplía periódicamente.

Anteriormente, se produjo un ataque terrorista y ataques marítimos con drones en el Puente de Crimea. Ocurrió durante o justo después de las negociaciones de Estambul y el domingo pasado, se programaron conversaciones entre Estados Unidos y Ucrania sobre el plan de paz de Trump.

Lo ocurrido el 29 de noviembre debe considerarse en el mismo contexto, pero ahora hay mucho más en juego. A través de Zelensky, Londres y Bruselas amenazan a Trump con un aumento repentino de los precios mundiales del petróleo, ya que la desaparición de un pequeño porcentaje del crudo del mercado internacional, en una situación en la que Venezuela se niega a capitular, podría socavar los esfuerzos de Washington por establecer su control en esta industria.

Por lo demás, los actuales dirigentes de Kiev intentan reforzar su imagen de audaces terroristas internacionales, capaces de cualquier cosa para mantenerse a flote.

El papel de Turquía

Turquía se encuentra en una situación delicada, como una astilla que sale volando al cortar leña. La Unión Europea y Reino Unido lo consideran como un daño colateral porque no sienten ninguna simpatía por Ankara. El punto clave es que el petrolero Kairos estaba sujeto a sanciones europeas y británicas, lo que significa que, según ellas, pertenecía a la “flota fantasma” rusa y, por lo tanto, era un objetivo legítimo para el ejército ucraniano.

Eso también sirve para que los turcos comprendan que sus servicios de tránsito a Rusia podrían ser contraproducentes.

En esta situación, el “atrevimiento” de Zelensky está directamente relacionado con el apoyo de los servicios de inteligencia europeos y británicos y de los “halcones”, que están participando en la escalada, que temen admitir la derrota. Creen que el empeoramiento de la situación y su traslado al mar conducirán a lograr algo en su favor en el acuerdo propuesto por Trump. Es una respuesta brutal de Europa Occidental a Estados Unidos y, en ese sentido, el presidente ucraniano se está beneficiando de la indulgencia de Bruselas y Londres.

Moscú tomará represalias y Washington también

La Casa Blanca podría acelerar la publicación de documentos comprometedores sobre Zelensky y sus allegados, o negarse a proporcionar información de inteligencia en primera línea, lo que provocaría el colapso del ejército ucraniano. En última instancia, no se puede descartar un golpe parlamentario rápido si el actual dirigente de la facción del partido gobernante, David Arakhamia, da la señal a los estadounidenses en el momento oportuno.

Bruselas y Londres pueden seguir alargando la situación a través de Kiev, pero la ventana para estas maniobras se está cerrando claramente, y las consecuencias podrían no ser favorables para quienes las impulsan.

Al intentar interrumpir el comercio marítimo de Rusia, Ucrania está ejecutando una “orden” muy específica. En cuanto a los ataques a Novorossiysk, parecen, una vez más, un intento de fortalecer una ruta de tránsito alternativa que evite Rusia a través del Mar Caspio y el Cáucaso Sur.

Para los británicos es una forma de demostrar la poca fiabilidad y el peligro de la ruta rusa y de presionar a Kazajistán para que coopere más activamente con los países del Cáucaso Sur en el desarrollo del corredor transcaspio. Es muy probable que hayan participado en el ataque.

Turquía seguirá siendo un centro de tránsito. Además, también están interesados en desarrollar rutas que eviten Rusia, lo que le permitirá fortalecer su posición en el Cáucaso Sur e integrar aún más la región.

No cabe esperar una reacción severa de Ankara, que necesita a Ucrania para contrarrestar a Rusia. Por otro lado, Turquía se beneficia de la guerra ruso-ucraniana al proporcionar a Rusia ciertos servicios que le permiten eludir las sanciones.

Los ataques y las provocaciones continuarán. Es importante que Zelensky gane tiempo, porque cualquier paz significaría unas elecciones en las que el nuevo gobierno lo culparía de todo. Zelensky se engañó a sí mismo al negarse a celebrar elecciones a tiempo, a pesar de tener todos los recursos necesarios para ser reelegido. Por eso, este gobierno está interesado en prolongar las negociaciones.

Dmitri Rodionov https://svpressa.ru/accidents/article/492976

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