“Trump, nosotros peleamos por tí en Al-Raqa si tú peleas por nosotros en Ginebra”, se lee en un mensaje escrito en una pared, que fue mostrado por el MFS a través de su cuenta en Twitter.
Como buenos cristianos, también dibujaron una cruz y colocaron un arma de fuego en la pared, visualizada en el tuit enviado directamente a la cuenta oficial de Trump y de la Casa Blanca.
Desde el pasado 6 de junio el MFS, junto con los otras fuerzas, como las kurdas, forma parte de un operativo dirigido por Estados Unidos para liberar Raqqa. Mientras que en la ciudad suiza de Ginebra se desarrollan las conversaciones de paz entre el gobierno sirio y diversas fuerzas de la oposición, bajo los auspicios de la ONU.
El enviado especial de la ONU y encargado de Siria, Staffan de Mistura, anunció hace un par de semanas que las conversaciones se reanudarán el próximo 10 de julio.
Desde 2015 el MFS, los kurdos y otras milicias forman parte de las Fuerzas Democráticas Sirias, respaldadas, adiestradas y financiadas por el Pentágono desde la batalla de Kobane.
La Guerra de Siria, que comenzó en 2011, está promovida por las potencias de imperialistas, especialmente por Estados Unidos, que apoya de diversas maneras a los yihadistas, así como por Israel, los países del Golfo y Turquía.
El dibujo muestra lo que, en sustancia, piensan los asirios de la guerra de su país: que se trata de una guerra interna de unos musulmanes (sunitas) contra otros (chiítas) con sus diversos aliados, un análisis —falso y típicamente cristiano— muy extendido en ciertos sectores de occidente: