Gran parte de los altos mandos policiales nombrados por el gobierno socialista [en 1982] procedían de la desaparecida brigada político-social, que perseguía a las organizaciones democráticas, ilegales, durante el anterior régimen. Entre ellos se encuentran el comisario general de información, Jesús Martínez, quien fue jefe del grupo comunista de la mencionada brigada en Zaragoza, y el jefe de las brigadas operativas de la comisaría de información, José María Escudero, hombre ligado estrechamente al comisario Roberto Conesa y que trabajó durante años en la Brigada Central de investigación social, dentro del grupo anarquista.
El director general de la Policía, Rafael del Río, manifestó a este respecto que miembros de la Político-Social hay muchos en la policía y que «el equipo actual goza de la confianza del Ministerio». Jesús Martínez, actual comisario general de Información, que ingresó en el cuerpo en 1064, fue durante varios años jefe del grupo comunista de la Brigada Político-Social de Zaragoza. Era considerado un hombre duro y muchos comunistas de esta ciudad recuerdan sus acciones.José María Escudero, jefe de las brigadas operativas de la Comisaría General de Información, trabajó bastante tiempo en la desaparecida Brigada de Investigación Social en Madrid. Fuentes policiales de toda solvencia han manifestado a este periódico que, si la Político-Social en provincias era considerada como muy dura, la brigada central era calificada de «exquisita».
En los primeros años setenta, Escudero trabajó en los denominados grupos de acción del norte -antiterroristas-, pero en este campo no consiguió grandes resultados y se empleaba en seguir a miembros de Comisiones Obreras y del Movimiento Comunista. Después, el comisario Conesa le nombró jefe del grupo anarquista en la Brigada de Investigación Social, donde coincidió con el conocido Billy el Niño, que, en aquellos momentos, era jefe del grupo GRAPO de esa misma brigada.
Escudero también participó en algunas actuaciones que dirigió en Barcelona, contra grupos anarquistas, el comisario Conesa. Tras el atentado contra el teatro Scala, en el que estaba implicado un confidente policial, Joaquín Gambín, Escudero fue destinado, por influencia de Conesa, a la brigada del Banco de España, considerada como el puesto más cómodo de la policía.
Después fue destinado a la inexistente comisaría de Pasajes Rentería, y de allí fue nombrado jefe de la Brigada Regional de Información de Barcelona, donde conoció a Rafael del Río. Los hombres de esta brigada fueron los que participaron en la operación que acabó con la muerte del grapo, Martín Luna.
El jefe superior de Baleares, Benjamín Solsona, perteneció al grupo de estudiantes de la Brigada Político-Social, de Valencia. Antonio Garrido, jefe superior de Policía de Madrid, estuvo infiltrado en UGT e intentó realizar la misma labor en el PSOE. También trabajó en la Brigada de Investigación Social en Asturias. El jefe superior de Sevilla, Raimundo Maestro, según fuentes policiales, también procede de la Brigada Social de Zaragoza, donde trabajaba con el comisario general de Información.
Muchos de estos nombramientos han sido duramente criticados por la Unión Sindical de Policías (USP) al considerar que la trayectoria profesional de estos hombres les inhabilitaba para ejercer cargos policiales de gran responsabilidad. Asimismo, dentro de los nuevos nombramientos, figuran otra! personas del equipo personal de Rafael del Río. El director general de la Policía conoció a Francisco Saavedra cuando éste era jefe de Policía Judicial en Valencia; donde Del Río era jefe superior. Francisco Saavedra es ahora comisario general de Policía Judicial. Dos secretarios particulares de Del Río en Valencia ostentan ahora cargos de gran responsabilidad: Jesús Prol fue nombrado jefe de la división de enseñanza de la Dirección General de la Policía y Juan José Lesmes es ahora jefe superior de Granada.También los jefes superiores de Asturias y Zaragoza, Gregorio Luis Marugán y Félix Bernal, conocieron a Del Río en Valladolid y Barcelona, respectivamente, donde el actual director general de la Policía, ostentaba el cargo de jefe superior. El actual jefe superior de Bilbao y delegado del MULC en el País Vasco, Francisco Alvarez, es considerado como un buen criminalista, aunque sus conocimientos en materia antiterrorista son muy reducidos, según una autorizada fuente policial.
Una excepción en estas trayectorias es la del subcomisario Mariano Baniandrés, miembro de la USP y considerado hombre fuerte del partido del Gobierno. Baniandrés, que ingresó en el cuerpo en 1965, fue destinado dos años más tarde al Gabinete de Identificación de la Policía, donde ha permanecido como fotógrafo hasta su nuevo nombramiento como jefe de la Brigada Interior o involucionista.
En cuanto al segundo jefe de esta brigada, el inspector Juan José Medina, también de la USP, miembros del Sindicato Profesional de Policía y de la propia Brigada Interior han pedido su cese a causa de habérsele encontrado un informe en el que se aseguraba que la mayoría de sus subordinados deben ser relevados, ya que «no viven la función policial».