Esta es la primera contracción del empleo privado en diez años, pero las malas cifras no se incluirán en las estadísticas oficiales del Departamento de Trabajo, que se publicarán mañana.
JP Morgan pronostica una tasa de desempleo del 8,5 por ciento, mientras que Goldman Sachs predice una tasa máxima del 15 por ciento. El Banco de la Reserva Federal de San Luis teme que se pierdan 47 millones de puestos de trabajo, lo que se traducirá en una tasa de desempleo del 32 por ciento.
En febrero la tasa de desempleo era sólo del 3,5 por ciento, asi que la tasa de fuerza de trabajo inactiva se multiplica por diez.
Pero los videntes de la teoría económica burguesa no sólo especulan por los porcentajes de paro sino por su duración. Los economistas de Goldman Sachs anticipan que el PIB de los Estados Unidos podría contraerse en un 34 por ciento en el segundo trimestre al ritmo anual, lo que significa que el cierre de muchas empresas será definitivo.
Para paliar el hundimiento, la Casa Blanca ha aprobado un plan de recuperación a una escala sin precedentes: 2 billones de dólares para contener el descontento masivo: ampliación del período de indemnización por desempleo a cuatro meses, aumento de la prestación por desempleo, envío de cheques de hasta 1.200 dólares para adultos que ganen menos de 99.000 dólares al año y 500 dólares adicionales por niño…
El texto también incluye 367.000 millones de dólares en préstamos para pequeñas empresas. Estos préstamos no tendrán que ser devueltos si el beneficiario no despide a los empleados durante el período de crisis. Se asignarán otros 500.000 millones de dólares a los sectores más afectados por la crisis, como las líneas aéreas, los grupos hoteleros y las líneas de cruceros.