Después de la República Centroafricana y Malí, los soldados rusos pueden llegar a Burkina Faso a través de la empresa militar Wagner. El país africano está agotado por los golpes de Estado y el terorismo yihadista.
El 22 de abril el coronel burkinés Paul-Henri Sandaogo Damiba envió a su homólogo maliense, Assimi Goita, a Bamako, una delegación compuesta por el jefe de escuadrón Serge Thierry Kiendrebeogo, su jefe de personal, el teniente coronel Yves Didier Bamouni, comandante del teatro de operaciones nacional, y el teniente coronel Daba Naon, comandante del cuerpo de bomberos nacional.
Son las tres figuras más importantes en Uagadugu desde el Golpe de Estado de 24 de enero.
Los militares burkineses se reunieron a puerta cerrada con los hombres fuertes de la junta maliense: el coronel Malick Diaw, presidente del Consejo Nacional de Transición, el coronel Modibo Koné, jefe de la Seguridad del Estado, el ministro de Defensa Sadio Camara y, sobre todo, Assimi Goita, el jefe del Estado.
El objetivo era debatir sobre la seguridad y la cooperación militar entre sus dos países, acosados por los grupos yihadistas que van y vienen cada día a ambos lados de su frontera común de 1.200 kilómetros.
En el transcurso de sus diversas reuniones, discutieron las formas de reforzar su cooperación operativa, especialmente en una vasta zona bajo control de los yihadistas que se extiende desde las proximidades de Bandiagara, en la parte maliense, hasta Ouahigouya, en la parte burkinesa.
¿Se habló de la llegada de los mercenarios rusos de Wagner? De ser así, ¿mostraron los militares de Uagadugú algún interés en recurrir a la empresa militar privada rusa, con la que sus homólogos malienses cooperan desde finales de 2021?
Los principales implicados juran que no. Según un oficial burkinés cercano a la delegación enviada a Bamako, nunca se habló de Wagner con los malienses. Claro que en Mali nunca hablaron de que los soldados de Wagner estaban en Bamako, hasta que la evidencia pudo más.
En Uagadugu como en Bamako, los rusos van a ser recibidos con los brazos abiertos. En ningún otro continente la Guerra de Ucrania tiene más partidarios de Rusia que en África. No hay más que echar un vistazo a las redes sociales.
Recientemente un informe del Instituto Brookings lamentaba la proliferación de “propaganda rusa” en las redes sociales africanas (*).
El gobierno español es quien más lamenta esa simpatía de los africanos hacia Rusia. Toda su intervención en la cumbre de la OTAN de Madrid ha consistido en alertar sobre la creciente influencia rusa en el norte de África.
(*) https://www.brookings.edu/blog/africa-in-focus/2022/06/27/russias-narratives-about-its-invasion-of-ukraine-are-lingering-in-africa/