Kaspersky Lab, con sede en Moscú, es el detector de ciberataques más avanzado del mundo. Tiene 400 millones de clientes en todo el mundo y proporciona protección cibernética a las instituciones públicas rusas. Recientemente, los ingenieros de Kaspersky Lab probaron nuevos dispositivos de detección de virus y descubrieron actividades inusuales en las redes de la empresa, características de un ataque cibernético masivo. En esta ocasión descubrieron el virus Duqu 2.0, con los mismos algoritmos y códigos que Duqu, pero más sofisticados. No se sabe quién introdujo el virus en los ordenadores de Kaspersky Lab, pero Duqu 2.0 puede prevenir su detección desde unos pocos meses hasta unos pocos años.
Duqu es un derivado del virus Stuxnet. En 2010, un ataque informático con Stuxnet destruyó las plantas de enriquecimiento de uranio de Irán en Natanz. Stuxnet fue creado en una operación conjunta israelo-americana (Operación Juegos Olímpicos) como un medio de ataque informático. Posteriormente, Duqu 2.0 fue identificado en los apagones actuales en Venezuela.
Israel es la segunda potencia cibernética más grande después de Estados Unidos. Es el único país del mundo donde, en las escuelas secundarias, existe una educación basada en exámenes sobre el tema de “ciberseguridad”. Hay seis centros israelíes de ciberseguridad. Para los israelíes, el ejército es obligatorio. Los graduados con los más altos puntajes de ciberseguridad hacen su servicio militar en la Unidad 8200, también conocida como UNSU (Unidad Nacional Sigint de Israel), que cuenta con 5.000 soldados. La estructura J6/C4i (Dirección de Ciberdefensa) está subordinada al Servicio de Inteligencia del Ejército (AMAN).
Fue creado por la NSA y ha participado en las principales operaciones de inteligencia israelíes. La Unidad 8200 forma a expertos en ciberseguridad que desarrollan su carrera profesional en empresas civiles.
La mayoría de las empresas privadas de ciberseguridad en Israel son propiedad de militares. Se han enriquecido con la venta de armas de antiguos países socialistas a milicias africanas (Sierra Leona, Angola, Congo). A cambio, recibieron diamantes o minas de diamantes. Estas empresas cibernéticas privadas se ocupan de la protección, pero también de la recogida de información o del ataque a determinadas redes. Trabajan en beneficio de los países desarrollados de todo el mundo. En 2018 obtuvieron un beneficio de 6.000 millones de dólares.
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P.D. Los especialistas rusos que han inspeccionado los sabotajes a la red eléctrica de Venezuela, han concluido que Estados Unidos las ha destruido con armas electromagnéticas de última generación.