El coordinador de la coalición transatlántica de Merkel, Peter Beyer, dijo: “En la Alianza hay mucha preocupación por los acuerdos que podrían alcanzar Trump y Putin” durante la cumbre.
El dirigente liberal alemán Christian Lindner también mostró su preocupación, diciendo que no confiaba en Trump y que sus acciones en las áreas de comercio y seguridad no estaban en el interés a largo plazo de Washington.
El ministro alemán de Asuntos Exteriores, Heiko Maas, se unió al coro de políticos occidentales ansiosos de asesorar a Trump antes de la cumbre, advirtiéndole de que no haga “transacciones unilaterales” con Rusia.
“Los acuerdos unilaterales a expensas de los aliados también perjudicarán a Estados Unidos”, declaró Maas en una entrevista publicada ayer en el periódico alemán Bild am Sonntag. “Si golpeas a tus compañeros, corres el riesgo de perder”, le aconseja a Trump.
No obstante, según Maas las conversaciones de alto nivel entre Estados Unidos y Rusia son una buena señal. La reunión puede ser “un paso adelante” hacia el desarme nuclear.
Recientemente, Maas acusó a Trump de poner en peligro la arquitectura de seguridad europea. El sábado criticó a Trump porque el aumento del gasto en defensa que defiende no hará al mundo más seguro. Maas subrayó que más armas no significan automáticamente más seguridad, y añadió que las exigencias de Trump “no tienen nada que ver con una política de seguridad seria”.
La clase dirigente británica también teme que Trump socave la OTAN al concluir un acuerdo de paz con Putin durante la reunión. Temen que el presidente ruso pueda persuadir a Trump para que degrade los compromisos militares estadounidenses en Europa, comprometiendo así la defensa de los países de la OTAN contra la llamada “agresión rusa”.
¿Qué acuerdos temen los lerdos estos?. Más que dirigentes europeos parecen meros agentes comerciales de los lobbys gringos de armamento. Putin no es tonto, sabe que las verdaderas intenciones de los anglo-sionistas, es volverse a tener las riendas del poder ruso, y con ello, sus recursos. Fracasado el intento de hacerse con la base naval de Crimea, los gringos intentan acercarse a los rusos y poner distancia con los "cantamañanas" del Maidan. No iniciar otra carrera armamentística, que no evitaría la decadencia militar gringa, y nada bien vendría a la maltrecha economía yanquí. Tampoco, a un Putin con la popularidad caida por los suelos, luego del anuncio de la subida a 65 años de las pensiones.
Los gringos miestras tanto, esperar a que su inversión en la militarización espacial, empiece a dar réditos y una eventual ventaja, que conduciría a otra carrera miliar, y vuelta a empezar.
El "temor a un ataque ruso" es un insulto a la intelecto, además de una estúpida oposición a la paz. Es poner en peligro a los ciudadanos europeos, aumentar el demencial gasto militar, mientas nos quitan las pensiones y esclavizan por mor de amortizar las deudas privadas. Incrementar la pérdida de soberanía y la dependencia del imperialismo anglo-sionista. En todo caso, los enemigos serían los gringos, que ponen aranceles a los productos europeos, están empeñados en arruinar la economía europea, competidora de la suya, saboteando el abastecimiento de gas barato suyo e iraní, para sustituirlo por el gas de fracking gringo, mucho más caro y contaminante.
Somos los europeos los que tenemos que dar un paso al frente, sabedores que el expansionismo aventurero otánico, puede dar en ataques de estados tan inestables como Georgía a los militares rusos de Osetia y llevar a una verdadera respuesta nuclear. Es más inteligente no provocar al oso, que armarse para un posible ataque.