El Reino Unido y sus aliados vieron la oportunidad que durante mucho tiempo habían buscado para eliminar un régimen nacionalista independiente en la región y fortalecer su control general sobre el Oriente Medio.
En la primavera de 2011 Qatar comenzó a enviar armas a grupos de oposición en Siria con la aprobación de Estados Unidos. En pocas semanas, el gobierno de Obama recibió informes de que estas armas estaban llegando a los grupos terroristas. En noviembre el agente de la CIA Philip Giraldi escribió que a Turquía llegaban “aviones de combate no identificados de la OTAN”, que transportaban armas y que 600 cazas despegaron de Libia para apoyar al “Ejército Libre de Siria”.
El MI6 británico y las fuerzas especiales francesas ayudaron a los terroristas sirios y evaluaron sus necesidades de entrenamiento, armamento y comunicación, mientras que la CIA proporcionó equipo de comunicación e inteligencia.
El gobierno de David Cameron inició la operación secreta en Siria después de que acabara de derrocar a Muammar Gaddafi en Libia, donde también trabajó junto a los yihadistas. Algunos de los terroristas libios que se unieron a los yihadistas sirios fueron entrenados por fuerzas británicas, francesas o estadounidenses en Libia para luchar contra Gaddafi. Algunos de ellos se unieron más tarde al Califato Islámico o a la filial de Al-Qaeda en Siria, el Frente Al-Nosra, que se convirtió en el grupo terrorista sirio más poderoso.
Gran Bretaña participó en una red de transporte de armas entregadas a Siria desde Libia a través del sur de Turquía, que fue autorizada a principios de 2012 tras un acuerdo secreto entre Estados Unidos y Turquía. Revelado por el periodista Seymour Hersh, el proyecto fue financiado por Turquía, Arabia saudí y Qatar, mientras que la CIA, con el apoyo del MI6, era responsable del transporte de armas desde los arsenales de Gaddafi hasta Siria.
La operación no fue revelada a las comisiones de inteligencia del Congreso de Estados Unidos, lo cual es necesario por la ley de Estados Unidos, y la participación del MI6 permitió a la CIA eludir la ley al clasificar la misión como una operación de enlace.
Hersh señaló que un gran número de terroristas en Siria que finalmente recibieron las armas eran yihadistas, algunos de los cuales estaban afiliados a Al-Qaeda. Qatar, principal aliado de Reino Unido en el derrocamiento de Gaddafi y que recuperaba su papel en Siria, ha estado suministrando armas y dinero al Frente Al-Nosra. El diario Telegraph informó de los comentarios de un diplomático de Oriente Medio de que Qatar era responsable del hecho de que el Frente Al-Nosra tuviera dinero, armas y todo lo que necesitaba parea la guerra.
En 2012 el ejército británico desarrolló planes para formar un ejército de 100.000 terroristas sirios “moderados” con el objetivo de derrocar a Assad, que iba a avanzar sobre Damasco bajo la cobertura aérea occidental y de los países del Golfo. Cameron fue informado de que esta iniciativa de extracción, equipamiento y formación tardaría un año en desarrollarse, pero el Consejo de Seguridad Nacional Británico rechazó la idea por considerarla demasiado arriesgada.
El plan estadounidense de formar una gran fuerza terrorista siria, que apareció en 2013, ha sido descrito como un eco de aquel plan británico.
(Extractos del libro “Secret Affairs: Britain’s Collusion with Radical Islam” publicado este año por Mark Curtis)