El martes el Ministerio de Asuntos Exteriores de Qatar anunció que las negociaciones de Doha para un acuerdo de alto el fuego e intercambio de prisioneros habían concluido exitosamente.
El alto el fuego entrará en vigor el domingo y supone un fracaso para Israel, después de 15 meses de guerra atroz.
Una versión final del acuerdo fue presentada por Qatar tanto a Israel como a Hamas a la medianoche del lunes, después de unas negociaciones en las que participaron enviados de Biden y Trump. En las negociaciones tambien participaron los directores del espionaje israelí y el primer ministro de Qatar.
Hamas ha publicado un comunicado revelando que consultó con los dirigentes de otras organizaciones palestinas y les informó sobre el progreso de las negociaciones en Doha.
El movimiento palestino afirmó que continuará las consultas hasta alcanzar el acuerdo de alto el fuego e intercambio de prisioneros, mientras se encuentre en su etapa de cumplimiento.
Si el acuerdo se lleva a cabo, el alto el fuego podría marcar el fin de más de un año de negociaciones esporádicas y conducir a la mayor liberación de prisioneros israelíes desde el comienzo de la guerra, cuando Hamas liberó a aproximadamente la mitad de sus prisioneros a cambio de 240 presos palestinos.
Las negociaciones para la liberación de 33 de los 98 prisioneros israelíes restantes están en una etapa avanzada, lo que constituiría la primera fase del acuerdo. A cambio, Israel liberaría a mil presos palestinos, según una fuente palestina cercana a las negociaciones, que añadió que la primera fase debería durar 60 días.
Los combatientes de Hamas supuestamente implicados en la operación “Inundación de Al Aqsa” no van a ser liberados.
La primera fase del acuerdo implicaría la liberación de 33 rehenes, incluidos “niños, mujeres, mujeres soldados, hombres mayores de 50 años, heridos y enfermos”, así como una retirada gradual y parcial de las tropas israelíes.
De las 33 mujeres soldados israelíes, cinco serían liberadas a cambio de 50 prisioneras palestinas, incluidas 30 presas políticas condenadas a cadena perpetua.
Se implementarán medidas de seguridad a lo largo del corredor fronterizo de Filadelfia con Egipto, ubicado en el extremo sur de la Franja de Gaza, y se espera que Israel se retire de partes del área en los primeros días del acuerdo.
Se permitirá el regreso de “civiles desarmados” del norte de Gaza, pero se implementarán medidas para impedir el “contrabando de armas”. También se espera que las tropas israelíes se retiren del eje Netzarim en el centro de Gaza.
El puesto de control de Rafah, entre Egipto y Gaza, reanudará gradualmente sus operaciones para facilitar la salida de personas enfermas y en situaciones de emergencia humanitaria de la Franja de Gaza para recibir tratamiento médico.
Además, la Franja de Gaza se beneficiará de un aumento sustancial de la ayuda humanitaria, ya que organizaciones internacionales, incluidas la ONU, han advertido sobre un empeoramiento del hambre y la sanidad.
Si bien Israel ha acordado permitir el ingreso de ayuda a Gaza, persisten los desacuerdos sobre el volumen de esa ayuda.
¿Quién va a controlar la Franja de Gaza?
Una de las principales incertidumbres en las negociaciones en curso se refiere a la cuestión del control de la Franja de Gaza después de la guerra. La actual ronda de negociaciones parece haber pasado por alto este punto, dada su complejidad y las posibles dificultades que implica alcanzar un acuerdo parcial.
Israel ha dejado claro que no pondrá fin a la guerra mientras Hamas siga en el poder y también rechaza que la Autoridad Palestina tome el control. Desde el comienzo de su genocidio, Israel ha sostenido que mantendrá el control de la seguridad en Gaza una vez que cesen los combates.
Gaza sólo puede ser gobernada por los propios palestinos, aunque ha habido discusiones entre Estados Unidos, Israel y Emiratos Árabes Unidos sobre la creación de una “administración temporal para supervisar Gaza hasta que una Autoridad Palestina reestructurada pueda tomar el control”.
La guerra de Gaza se resuelve en la Casa Blanca
El periódico israelí Maariv admite que Israel ha tenido que firmar el acuerdo con Hamas por la amenaza que supone la llegada de Trump a la Casa Blanca. El artículo afirma que “Trump despierta más miedo que Ben-Gvir y Smotrich”, los socios de gobierno de Netanyahu.
El calendario para la liberación de los cautivos, que se supone que Israel y Hamas deben ultimar, está determinado en gran medida por las amenazas explícitas de Trump, concluye Maariv.
El periódico también señala que Smotrich cuenta con el apoyo de Trump para la ocupación de Cisjordania en 2025. El periódico sugirió que “Gaza puede ser sacrificada” para lograr ese objetivo.
El editorial critica la decisión de Netanyahu de negociar un acuerdo de alto el fuego, calificándolo de impulsada por “motivaciones inapropiadas”. Dice que si bien el acuerdo puede tener beneficios a corto plazo, los costos reales, incluida la pérdida de tiempo y de vidas humanas, son muy altos.
A pesar del acuerdo, la Franja de Gaza sigue sufriendo incesantes bombardeos israelíes. En las últimas 24 horas han asesinado a más de 80 palestinos. Uno de los ataques alcanzó el lugar donde se encontraba una de las rehenes incluida en la lista para el intercambio, afirmó el portavoz del brazo militar del movimiento radical palestino Hamas, Abu Ubaida.
La crisis humanitaria es ya catastrófica. El genocidio israelí ha matado a 50.000 palestinos, en su mayoría mujeres y niños, mientras que más de 110.000 han resultado heridos. Gaza yace en ruinas mientras la carnicería infligida por Israel devasta implacablemente el enclave.
Por su parte, los huthíes han anunciado un cese de las hostilidades contra Israel debido al acuerdo de tregua en la Franja de Gaza.