El ejército ucraniano ha intensificado sus ataques contra las posiciones rusas en el este de Ucrania. El New York Times asegura que era el “eje principal” del ataque y que incluía “miles de soldados en reserva, muchos de los cuales están entrenados y equipados por Occidente”.
Lo más destacable de esta segunda ola es que hay muchos soldados de habla inglesa en el ejército ucraniano, incluidos asesores, instructores e incluso el Servicio Aéreo Especial (SAS), las fuerzas especiales del ejército británico, según Military Watch (*).
La nueva ofensiva es fruto de la creatividad de los cuarteles generales conjuntos de Estados Unidos y Reino Unido. Poco después del inicio de la guerra, el gobierno ruso denunció que se habían desplegado tropas de combate británicas cerca de las líneas del frente, lo que inicialmente fue ampliamente ridiculizado por la propaganda occidental, antes de ser confirmado en diciembre por el Jefe de los Royal Marines británicos.
En abril del año pasado la infantería de marina se desplegó para ejecutar las operaciones de alto riesgo cerca de las líneas del frente. Los oficiales occidentales han desempeñado un papel importante en la Guerra de Ucrania, incluidos los voluntarios impulsados ideológicamente, como la Legión de Georgia y el Cuerpo de Voluntarios Polacos.
También participan contratistas militares privados de empresas de seguridad, particularmente de Polonia, y miembros en servicio de los ejércitos occidentales, como Royal Marines y Special Air Service.
Putin ha subrayado que las hostilidades se han intensificado significativamente. Se ha iniciado una operación mecanizada de controfensiva en la región occidental de Zaporiya. “Todos los intentos de contraofensiva fueron repelidos y el enemigo sufrió grandes pérdidas y fue rechazado”, dijo. Ucrania ha perdido 26 tanques, otros 13 vehículos blindados y más de 200 víctimas. “El enemigo no tuvo éxito en ninguna dirección de la línea de fuego”, agregó Putin.
Se ha especulado con que la nueva ofensiva tenía como objetivo, en parte, ensombrecer la cumbre africana de Rusia en San Petersburgo, cuyos resultados fueron vistos con gran temor en el mundo occidental, ya que los estados del Continente Negro, con la excepción de Marruecos, apoyan a Moscú en su enfrentamiento con la OTAN.
Los combates se han concentrado particularmente a lo largo de la frontera en la región de Zaporiya, de 1.000 kilómetros de largo, en el este de Ucrania, donde cualquier gran avance tiene el potencial de permitir que las fuerzas ucranianas avancen hacia la península de Crimea.
La península ha sido objeto de intensos ataques ucranianos en las últimas semanas y ha sido durante mucho tiempo un objetivo de valor simbólico significativo tanto para Kiev como para sus socios occidentales.
Sin embargo, Ucrania no tiene fuerza aérea y las limitaciones de sus defensas aéreas ahora muy debilitadas son un factor importante que socava los esfuerzos potenciales para ganar terreno en el frente.
La nueva ofensiva puede tener algún éxito táctico temporal, pero no va a cambiar las líneas del frente. Lo más probable es que todo termine como terminó el primer avance. La aviación rusa ha cambiado a acciones de combate sistemáticas en toda la zona de operaciones militares. Actualmente ejecuta una defensa activa para debilitar al adversario lanzando contrataques.
(*) https://militarywatchmagazine.com/article/ukraine-intensifies-offensives-british-sas