La empresa TSMC (Taiwan Semiconductor Manufacturing Co) es un gigante mundial de los semiconductores. De sus fábricas salen los chips que utilizan empresas como AMD, Intel, Apple, NVIDIA y Qualcomm, entre otros. También suministra chips y semiconductores al ejército estadounidense y a la NASA.
Hasta hace relativamente poco también era una pieza clave en la estrategia de Huawei, ya que fabricaban los chips de su filial HiSilicon, hasta que el bloqueo de Estados Unidos le impidió seguir haciéndolo.
La fábrica está demasido cerca del continente chino. Si Taiwán volviera a la soberanía de China, toda la producción de chips utilizados en productos estadounidenses pasaría a manos del gobierno de Pekín.
TSMC es, pues, una empresa “estratégica”, dice la revista Forbes (*), y Estados Unidos ha dado orden de llevar la fabricación a su territorio. La construcción de una gigantesca fábrica de 12.000 millones de dólares en Arizona acaba de comenzar. Es una obra colosal. Se espera que las nuevas instalaciones empiecen a funcionar en 2024.
Como consecuencia del bloqueo impuesto al mercado mundial el año pasado, hay escasez de chips en todo el mundo, lo que está perjudicando a industrias que van desde la automoción hasta la electrónica de consumo.
En junio el Senado de Estados Unidos aprobó 54.000 millones de dólares en subvenciones para la industria de los chips, de la que forman parte empresas como Intel y Samsung, además de TSMC.
Samsung también planea construir una nueva fábrica en suelo estadounidense, en Austin, Texas. No se pueden poner todos los huevos en la misma cesta y menos en países como Taiwan o Corea del Sur.
La isla china es una parte fundamental en las cadenas de suministro de tecnología, con empresas de nivel mundial como Foxconn, Quanta, Compal. ”Permitir que China controle esta cadena de suministro mundial a través de Taiwán podría plantear graves problemas a las empresas tecnológicas en el futuro”, dice Forbes.
La ruptura del mercado mundial ha sido un gran negocio para empresas como TSMC. Gracias a la pandemia, la cotización de sus acciones se han disparado, convirtiéndose en la empresa de fabricación más valiosa de Asia, con una capitalización bursátil de 563.000 millones de dólares, más del doble que la de Intel.
(*) https://www.forbes.com/sites/timbajarin/2021/02/16/why-tsmcs-arizona-fab-is-strategic-for-techs-future-in-the-us/