En las últimas semanas los ataques han aumentado en el Mar Rojo, con lanzamientos de misiles y bombardeos de drones contra buques portacontenedores. Los principales armadores, la danesa Maersk, la alemana Hapag-Lloyd, la francesa CMA CGM y la suiza MSC, han suspendido el tráfico por el Mar Rojo.
Como resultado de los incidentes, se ha perturbado por completo el tráfico marítimo mundial. El Mar Rojo y, por extensión, el Canal de Suez constituyen una de las principales arterias del comercio internacional de contenedores.
El canal, por el que ya pasa más del 10 por cien del comercio marítimo mundial, se utiliza desde hace varias semanas como alternativa al de Panamá, saturado por niveles insuficientes de agua. El tráfico marítimo de Asia hacia la costa este de Estados Unidos está paralizado.
La naviera Maersk ha elevado los precios de los fletes en el transporte de contenedores procedentes de Asia. Las pólizas de los seguros marítimos también se han disparado.
El jueves Ikea reconoció que la situación en torno al Canal de Suez estaba complicando la entrega de algunas de sus mercancías, sin especificar la naturaleza de la misma por motivos de competencia. El gigante del mueble intentará buscar nuevas opciones para mantener sus tiendas abastecidas.
La única alternativa viable para los transportistas de contenedores es pasar por el Cabo de Buena Esperanza, lo que prolonga el tiempo de viaje en aproximadamente un tercio. La circunvalación representa un tiempo de navegación adicional de 10 días.
A mayor tiempo de navegación, menos barcos disponibles. Las distancias más grandes mantienen a las flotas ocupadas por más tiempo, lo que reduce la oferta de barcos. Los retrasos también causan interrupciones, ya que los barcos llegan a sus destinos más tarde de lo esperado y luego se retrasan en regresar a su siguiente carga, lo que reduce aún más la oferta de barcos.
Kuehne+Nagel, otro gigante logístico mundial, anunció el miércoles que había tenido que desviar 103 buques portacontenedores que se dirigían a África, una cifra que se espera que aumente en los próximos días.
Los precios de las acciones de las principales empresas navieras del mundo se han disparado en las bolsas mudiales. Maersk ha visto sus acciones subir un 20 por cien desde el 12 de diciembre y las de Kuehne+Nagel han ganado un 7 por cien.
La capitalización bursátil combinada de las empresas que componen el Solactive Global Shipping Index, el índice alemán que agrupa a los 47 armadores que cotizan en bolsa, alcanzó el miércoles casi 190.000 millones de dólares. El 12 de diciembre se situaba en 166.200 millones de dólares y en 143.000 millones de dólares en su mínimo anual en junio.
Pero no es exacto atribuir todo el aumento de costes a los ataques yemeníes. Hace tiempo que los fletes marítimos empezaron a subir. Desde los mínimos de mediados de octubre los precios de la ruta comercial del Lejano Oriente han aumentado un 55 por cien.
Lo mismo se puede decir del aumento de las tarifas del transporte aéreo, que han aumentado un 20 por cien en las últimas cuatro semanas y casi un 75 por cien desde el mínimo del verano.
Los ataques yemeníes en el Mar Rojo prolongan el tiempo de transporte de los contenedores y, por tanto, aumentan los fletes, es decir, las tarifas. Desde el inicio de los incidentes, la capitalización de los armadores en el mercado de valores ha aumentado significativamente.