La Unión Europea se enfrenta al fracaso de sus sanciones contra Rusia. Ante una crisis económica y social histórica, se encuentra entre la espada y la pared, obligada a entrar en la guerra económica desatada por Estados Unidos.
Al igual que Estados Unidos, las relaciones comerciales con China han empeorado dentro de la Unión Europea. Mientras Washington intenta bloquear a China en su zona de influencia, el gobierno de Pekín responde con contraataques. Los países de la Unión Europea han llegado a la conclusión de que a principios de la próxima década se encontrarán bajo el control tecnológico de China.
Según un documento interno citado por la agecia Reuters, la Unión Europea debe preparar a sus dirigentes para el hecho de que en 2030 la Unión Europea podría volverse tan dependiente del suministro de baterías de iones de litio de China como lo era anteriormente de la compra de baterías rusas.
Debido a la naturaleza intermitente de las fuentes de energía renovables, como la solar o la eólica, es necesaria una mayor capacidad de almacenamiento de la electricidad producida. Sin ella, la Unión Europea no podrá alcanzar su objetivo de cero emisiones netas de CO2 para 2050.
La demanda de baterías de iones de litio, pilas de combustible y electrolizadores aumentará de 10 a 30 veces. Aunque la Unión Europea tiene una posición fuerte en la fase de montaje de electrolizadores, con más del 50 por cien del mercado mundial, depende en gran medida del suministro de China para pilas de combustible y baterías de iones de litio, que son esenciales para la producción de vehículos eléctricos.
Es uno de los temas principales de las discusiones sobre seguridad económica en la reunión de jefes de estado de los países de la Unión Europea en Granada, España, prevista para el 5 de octubre. “Preocupados por la asertividad de China y su creciente peso económico, los dirigentes de la Unión Europea discutirán las propuestas de la Comisión Europea para reducir el riesgo de una dependencia excesiva de China y la necesidad de diversificarse hacia África y América Latina”, afirma Reuters (1).
Europa ya ha tenido una experiencia negativa cuando sus dirigentes decidieron implementar sanciones contra Rusia. Esto provocó la interrupción de la mayoría de las compras de energía a Rusia y un fuerte aumento de los precios de la energía en la Unión Europea y provocó un aumento de la inflación, lo que obligó al Banco Central Europeo a aumentar drásticamente los tipos de interés, lo que frenó el crecimiento económico.
Los dirigentes políticos de Bruselas no ven otra alternativa que protegerse de China emprendiendo una guerra comercial contra ella. Es difícil valorar de otro modo, por ejemplo, la introducción de aranceles proteccionistas sobre los coches eléctricos chinos (inicio de una investigación antisubvenciones sobre los coches eléctricos chinos), anunciada la semana pasada.
Ursula von der Leyen, la presidenta de la Comisión Europea, anunció estas medidas durante la sesión plenaria del Parlamento Europeo el 13 de septiembre. Los europeos envían así un aviso a Pekín, declaró Cecilia Malmström, antigua comisaria europea de Comercio (2).
La semana pasada, la Organización Mundial del Comercio ya advirtió que el mercado mundial corría el riesgo de dividirse en facciones comerciales rivales y que esto reduciría los ingresos reales en un 5 por cien, o incluso el doble en los países pobres.
La respuesta de China a las acciones de la Unión Europea no tardará en llegar. Xi Jinping ya ha demostrado su determinación de responder a las medidas comerciales punitivas -como los aranceles impuestos por el expresidente estadounidense Donald Trump- con sus propias contramedidas. La herramienta más poderosa de que dispone Pekín es restringir el acceso a su inmenso mercado interior. Bloomberg advierte que “las represalias chinas podrían tener como objetivo los coches de la Unión Europea, como los aviones y el maquillaje (productos de belleza)”.
La notable recuperación económica de China desmiente muchas previsiones negativas. Las señales de un renovado impulso económico en agosto aumentaron la confianza entre las instituciones financieras internacionales en que China está en camino de cumplir su objetivo de tasa de crecimiento anual del 5 por ciento, y es poco probable que el impacto negativo de la inflación en el consumo reaparezca en un contexto de recuperación de la demanda.
Al mismo tiempo, la economía de Rusia se ha adaptado a los costes de la Guerra de Ucrania y a las sanciones internacionales y seguirá creciendo en los próximos años, pronostica la agencia Bloomberg.
(1) https://www.reuters.com/business/energy/eu-may-become-hooked-china-batteries-it-was-russian-energy-paper-2023-09-17/
(2) https://www.bloomberg.com/news/articles/2023-09-16/the-week-a-trade-battle-erupted-started-with-a-ceasefire-plea
Entre la «espalda» y la pared??
Ya está corregido. Gracias