“Nos reservamos el derecho a tomar acciones futuras, pues debemos proteger la soberanía de China”, dijo Lu Kang, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, en rueda de prensa después de que el destructor lanzamisiles Lassen, escoltado por aviones de vigilancia de la Marina estadounidense, navegara varias horas dentro de las 12 millas náuticas (22 kilómetros) que rodean al arrecife de Subi, en las islas Spratly, archipiélago cuya soberanía se disputan China, Taiwán, Vietnam, Malasia, Brunei y Filipinas.
La ley marítima internacional permite que los países puedan reclamar hasta 12 millas náuticas de las aguas que rodean a su territorio.
Según el portavoz, China vigiló, siguió y advirtió sin éxito al navío cuando éste se acercó a esas aguas, una provocación que Washington venía anticipando desde hace tiempo y que no se prevé que sea la última.
Estados Unidos había anunciado desde hacía semanas que preparaba una provocación que agudiza las tensiones entre las dos potencias.
Tras la advertencia china, el portavoz del Departamento de Estado, John Kirby, argumentó que “no se tiene que consultar a ninguna nación cuando estás ejerciendo tu derecho a la libertad de navegación en aguas internacionales”.
Añadió que la ley marítima no contempla como territorios soberanos islas artificiales como el arrecife Subi, que permaneció durante mucho tiempo sumergido hasta que Pekín inició un proyecto de drenado y construcción en 2014.
El trasfondo del asunto son las construcciones que Pekín lleva a cabo en las islas. El arrecife Subi tiene capacidad para funcionar como pista de aterrizaje y Washington sospecha que las obras tienen fines militares y no civiles, como asegura China.
El ministro chino de Asuntos Exteriores, Wang Yi, advirtió también a Estados Unidos que no debería crear problemas de la nada y añadió que Pekín envió formalmente una protesta a la embajada estadounidense en la capital china y también a través de su embajada en Washington.
“Las construcciones se realizan en nuestro territorio”, apuntó Yi, quien instó a la Casa Blanca a echarse atrás y abstenerse de futuras acciones.
El presidente de Filipinas, Benigno Aquino, que reclama también la soberanía de parte de las islas Spratly, secundó el envío del buque de guerra de Estados Unidos y dijo que todo el mundo da la bienvenida a un equilibro de poder en la zona marítima que China prácticamente reclama en su totalidad, y que, según parece, seguirá siendo el escenario de las principales fricciones entre las dos potencias y de las enemistades entre China y sus países vecinos.
• Repito aquí lo que dije en la web de almanar-com: almanar.com.lb/spanish/adetails.php?eid=110735&cid=26&fromval=1
• Se debe humillar a los matones yanquis, bajarles la cresta de un vez por todas. Se puede hacer estallar la caldera del Parque nacional de Yellowstone si se les hunde un barco en esa zona o se les derribase un avión en el espacio aéreo chino, y en el supuesto de que se atrevan a responder, mandarles para allá unos misiles como los que poseen los rusos, que al parecer no pueden ser neutralizados.