Israel informaba de que los antiguos propietarios de la sala de
conciertos Bataclan, uno de los escenarios de la masacre, la habían
vendido el 11 de setiembre:
Jewish owners recently sold Paris’s Bataclan theater, where IS killed: dozens:
http://www.timesofisrael.com/jewish-owners-recently-sold-pariss-bataclan-theater-where-is-killed-dozens/
Desde 1976 los propietarios de Bataclan eran la familia de Elie Touitou, judíos, aunque la dirección artística recaía en uno de sus hijos, Joël Laloux. Tras vender el local la familia marchó a Israel.
A partir de 2004 la gestión se encomendó a una empresa comercial, Astérios. El comprador es el grupo Lagardère, que mantuvo en su cargo a los gerentes del local, Jules Frutos y Olivier Poubelle. Lagardère era propietaria del 70 por ciento y Astérios el 30.
Al mismo tiempo, la Agencia Telegráfica Judía confirmó esta información, como se puede comprobar en el siguiente enlace:
Before terror, Paris’ Bataclan theater threatened for pro-Israel events:
http://www.jta.org/2015/11/14/news-opinion/world/before-bloodbath-paris-bataclan-theater-received-threats-over-pro-israel-events
En una entrevista a la segunda cadena de televisión israelí, Joël Laloux en compañía de su hermano Pascal reafirmó también de forma expresa la venta del local.
Desde mediados del siglo XIX el Bataclan es una conocida sala de
espectáculos de París que ha albergado desde los viejos tiempos del
music-hall hasta el rap actual.
A partir de 2007 en el local se empezaron a celebrar regularmente actos para recaudar fondos destinados a las fuerzas de ocupación y la policía de fronteras israelíes. En 2009 los grupos de apoyo a Palestina en Francia organizaron una campaña de protesta en contra de que se autorizaran ese tipo de actos. A causa de ello, la entrada del local solía estar muy custodiada con vehículos de la policía.
La noche del atentado estaba sobre el escenario el grupo de rock californiano The Eagles of Death Metal con su cantante Jesse Hughes al frente. En julio el grupo había actuado en Tel Aviv, lo que fue reprochado por Roger Waters, el conocido miembro de Pink Floyd, comprometido en la campaña de boicot a Israel denominada “Divestment and Sanctions”. Desde el escenario Hughes le respondió: “¡Jódete!”
Si fuéramos mal-pensados extrapolaríamos estas compraventas precipitadas que preceden a ciertos atentados de gran alcance, porque aparecen tanto en el 11-S (fecha en la que se vendió el local de París), como en el atentado de Charlie Hebdo por partida doble:
Rothschild compró la revista Charlie Hebdo pocos días antes del atentado:
https://mpr21.info/2015/01/rothschild-compro-la-revista-charlie.html
¿Casualidades de la vida? Si Voltaire, cuyo nombre lleva el Bulevar que fue otro de los escenarios de los atentados, hubiera tenido ocasión de responder, hubiera asegurado: “Las casualidades no existen”.
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