Sitel, el sistema de intervención de llamadas y SMS comprado por el Gobierno en 2001 y que es usado por la Policía, Guardia Civil y Centro Nacional de Inteligencia desde 2004, también graba lo que una sentencia del alto tribunal denomina “sonido ambiental”, al convertir los móviles en micrófonos, antes de que el receptor responda la llamada. O, incluso, si no la responde.
El Tribunal Supremo lo considera legal siempre que medie una autorización judicial y aunque lo registrado no sea estrictamente la conversación pinchada, que era la que en principio había permitido el instructor.
El mecanismo que ha sacado a la luz el Tribunal Supremo es simple. Esta potentísima herramienta informática, Sitel, activa el micrófono del móvil intervenido por decisión judicial en el momento en el que se producen los primeros tonos.
El terminal bajo vigilancia, admite la sentencia, pasa así a convertirse en “micrófono de ambiente” sin necesidad de que el receptor de la llamada llegue a descolgar. A partir de ahí empieza a grabar lo que sucede alrededor de ese móvil y las conversaciones cercanas, sin que el Tribunal Supremo especifique hasta cuándo continúa registrándose ese “sonido ambiental”.
La policía, por consiguiente, no sólo graba las llamadas sino todas las conversaciones que se producen cerca del móvil las 24 horas al día, aunque el teléfono móvil esté apagado. Es como llevar un micrófono permanentemente conectado a la policía. La única posibilidad es quitarle la batería o sacarlo del lugar en el que el usuario quiera preservar la intimidad.
solucion:
prohibir los telefonos moviles
solucion:
cuando vas a hablar de temas "importantes", guardar los móviles en una sala aparte. Siepre se ha hecho así.