A finales de junio el gobierno ugandés declaró un confinamiento de 42 días con el pretexto de un aumento de “casos” de coronavirus en el pais, aunque fueron muchos los que violaron las restricciones para viajar a Kampala, la capital, porque tienen que comer todos los días.
La imposición de la orden de confinamiento ha sido brutal. Al menos dos vendedores ambulantes han sido asesinados por la policía. Más de 200 personas fueron detenidas mientras trabajaban en el centro de la ciudad.
“Nos movemos porque no tenemos nada que comer, pero ¿y si tuviéramos algo que comer? No podíamos ser arrestados. Nos detienen porque lo único que hacíamos era movernos, vender para conseguir algo de comer”, dijo Musa Kalyango, un vendedor ambulante de 30 años.
La policía ugandesa controla la prohibición de desplazarse entre los barrios y patrulla por el centro de la capital para hacer cumplir el nuevo toque de queda. Tiene la orden de detener e incautar los bienes pertenecientes a los vendedores ambulantes. En ocasiones han dispersado a los vendedores ambulantes que violan el confinamiento.
“Las órdenes consisten en asegurarse que los vendedores ambulantes no se instalaran en el borde de la carretera, pero desgraciadamente encontramos a muchos haciéndolo y más de 200 fueron detenidos”, dijo Luke Owoyesigire, portavoz de la policía de Kampala.
Muchas personas ya no pueden seguir trabajando. La policía y el ejército ugandeses se han desplegado para expulsar a la gente de las carreteras que conducen a Kampala. También hay controles de carretera en todas las fronteras de los barrios. Las restricciones a los viajes han afectado a los pequeños comerciantes.
En Uganda el 69 por ciento de la población vive con menos de un dólar al día y se ve obligada a pasar hambre por los organismos financieros internacionales y la corrupción política.
En virtud del nuevo confinamiento, sólo se permite la apertura de farmacias, supermercados y otras tiendas de productos de primera necesidad.
El transporte público también está suspendido, y sólo los transportistas de carga y los vuelos están exentos de la prohibición.
Uganda pidió un préstamo casi 1.000 millones de dólares el año pasado con el pretexto de la “lucha contra el covid”, pero una auditoría ha revelado que se robaron millones o se gastaron indebidamente.
El Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial conceden créditos de cientos de millones de dólares a los países con la condición de imponer estrictos confinamientos y restricciones a los movimientos de la población civil. Hace unos meses a Bielorrusia le ofrecieron un préstamo de 940 millones de dólares, que el presidente Lukashenko rechazó.
—https://www.africanews.com/2021/06/25/uganda-arrests-street-vendors-defying-virus-lockdown//