El domingo la policía suiza detuvo a los tres propietarios del restaurante Walliserkanne, de Zermatt, por incumplir la orden de cierre emitida por el Consejo de Estado.
A su vez la orden de cierre es consecuencia de su negativa a comprobar los pasaportes de vacunas de sus clientes.
“A pesar de la prevención, el diálogo y los numerosos recordatorios, estos propietarios de restaurantes continuaron sus actividades, ignorando la decisión de cierre y las medidas de protección sanitaria contra la actual pandemia”, dijo la policía cantonal.
Desde que entró en vigor la prórroga del pasaporte de vacunas, la policía cantonal del Valais, en colaboración con la policía regional de Zermatt, inspeccionó el establecimiento en varias ocasiones. Ya lo habían denunciado a la fiscalía por infracción de la Ordenanza Covid.
El sábado la policía llegó a colocar bloques de hormigón frente al restaurante, como se ve en la foto de portada, para imponer el cierre del local a la fuerza. A las 16:00 horas se celebró una manifestación de apoyo a los dueños del restaurante. Participaron entre 20 y 30 personas, “sin cometer excesos ni actos de violencia”, dijo Steve Leger, portavoz de la policía cantonal.
Durante el fin de semana, la policía repitió sus controles fuera del restaurante, que volvió a abrir el domingo por la mañana haciendo caso omiso de la orden de cierre. Fue la gota que colmó el vaso para la policía, que procedió a la detención de los trabajadores que había en el establecimiento.
“Se arriesgan a que se les retire la licencia de explotación”, dijo Steve Leger. La fiscalía ha abierto una investigación penal en colaboración con la policía cantonal.