El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) de Estados Unidos está ampliando sus esfuerzos para eliminar las informaciones que considera peligrosas. Años de informes, correos electrónicos y documentos internos del DHS -obtenidos a través de filtraciones y de un juicio en curso, así como a través de registros públicos- ilustran un esfuerzo expansivo de la institución para influir en las redes sociales y plataformas tecnológicas (*).
El DHS quiere atacar las informaciones sobre los orígenes de la pandemia de “covid”, la eficacia de las vacunas, la justicia racial, la retirada de Estados Unidos de Afganistán y la naturaleza del apoyo militar de Estados Unidos a Ucrania.
Esta labor, que en gran parte sigue siendo desconocida, se puso de manifiesto a principios de este año cuando el DHS anunció la creación de un nuevo “Consejo de Control de la Desinformación”, un equipo destinado a supervisar las publicaciones que aparecen en los medios independientes y que amenazan los intereses de Estados Unidos.
El Consejo fue ampliamente criticado y se clausuró unos meses después. Sin embargo, un documento político revela que el trabajo subyacente continúa con otras siglas y el DHS sigue vigilando los contenidos de las redes sociales, a pesar de que su mandato original -la guerra contra el terrorismo- ha terminado.
A puerta cerrada, y presionando a las plataformas privadas, el gobierno de Estados Unidos ha utilizado su poder para tratar de moldear el discurso en línea. Según las actas de las reuniones y otros documentos adjuntos a una demanda presentada por el fiscal general de Missouri, Eric Schmitt, las discusiones se centraron en la extensión y el alcance de la intervención del gobierno en el discurso en línea y en los mecanismos para agilizar las solicitudes de eliminación de información falsa o intencionadamente engañosa.
Facebook ha creado un portal especial para que el DHS y las instituciones públicas puedan informar directamente sobre lo que califican como “desinformación”. Las plataformas tienen que “sentirse cómodas con el gobierno” dijo Matt Masterson, un ejecutivo de Microsoft y antiguo funcionario del DHS, en un mensaje enviado en febrero a la directora del DHS, Jen Easterly.
En una reunión celebrada en marzo, Laura Dehmlow, funcionaria del FBI, advirtió que la “información subversiva” en las redes sociales socava el apoyo al gobierno estadounidense. Según las notas del debate, en el que participaron los cabecillas de Twitter y el banco JP Morgan, Dehmlow subrayó que “necesitamos una infraestructura de medios de comunicación que rinda cuentas”.
(*) https://theintercept.com/2022/10/31/social-media-disinformation-dhs/