Lo cierto es que el género humano desde la antiguedad más remota siempre ha convivido con las drogas. Entre ellas el consumo abusivo de bebidas alcohólicas.
Sin embargo, este último consumo no se considera peligroso. Es más, algunos ni siquiera lo consideran drogas. Pero si nos remontamos al siglo XIX, veremos que el uso de láudano era común y se convirtió en la droga de los poetas y escritores y pintores y artistas en general. Pero ante los estragos del láudano se decidió prohibirlo, lo que disparó el consumo de la morfina, un opiáceo, derivado del opio.
El imperio inglés con su afán de amasar fortuna, y sin importarle las consecuencias nefastas del consumo de dichas a drogas se adueñó de la producción, el consumo y el tráfico de drogas en su intervención en China, y creó los conocidos fumaderos de opio, que generaron tal cantidad de dinero que «obligaron» al imperio inglés a fundar el banco HKSB conocido como el Hong Kong and Shangai Bank, que sigue interviniendo en operaciones de blanqueo de dinero, y es una de los más importantes bancos de occidente.
A raiz de la intervención norteamericana en Afghanistán, los EEUU además de devastar a ese desgraciado país, se apropiaron de los beneficios de la producción de opio, proveniente de la adormidera amapola que es en este momento el primer renglón de la economía afgana, y que genera unos beneficios de noventa mil millones de dólares anuales según la DEA (Agencia Antidroga de los EEUU)
Estas cantidades mareantes de dinero, el imperio no podía dejarla en manos de los campesinos y cultivadores de la amapola adormidera. La producción de opio ya en manos de la DEA y de la OTAN, ya que Afghanistán es un miembro instrumental de esa organización criminal se introduce en Europa a través de Turquía y de Kosovo, y quienes la introducen son traficantes turcos; especialmente los ligados a la familia de Urfi Cetinkaya, ligado a su vez al partido de la Justicia y el Desarrollo del presidente turco Recep Tayip Erdogan, que maneja junto a su ministro de asuntos exteriofres Casavoglu todo el negocio de las falsificaciones de marcas como Rolex, Luis Vuiton, Lacoste, Prada, etc.
Pero para poder hacerse con el negocio global, es decir con el negocio mundial de las drogas faltaba una pieza, y esa pieza era apoderarse de la producción, tráfico y comercialización de cocaína, y para allanar el camino para ello, el agónico gobierno de Colombia presidido por Juan Manuel Santos, antiguo ministro de defensa de Uribe introdujo a Colombia en la OTAN, entre otras cosas para «luchar» contra el tráfico de drogas.
Los EEUU tienen una larga experiencia en el tema de las drogas y de su uso político, y sobre todo de sus beneficios. La DEA, esa agencia antidroga que es el principal abastecedor de drogas del mundo ya actuó en la operación Irán Contras en Nicaragua. Esa operación se financió con el dinero proveniente de la venta de drogas y abasteció de armas a la «Contra» nicaraguense, y sirvió para hacer perder las elecciones USA a Jimmy Carter en beneficio de Ronald Reagan. Como vemos, las cloacas huelen muy mal.
En efecto, los ingleses monopolizaron la producción y exportación de opio indio hacia China, inundando el mercado Chino de opio. Esto hizo padecer a la población los efectos de las drogas y entonces las autoridades del imperio Qing decidieron prohibir su importación. Esto desencadenó las dos guerras del opio. No obstante, las raíces de las guerras del opio eran muy profundas: en aquella época la producción europea era industrial, y la producción china era artesanal. Ello implicaba que el comercio beneficiaba a europa permitiendo la exportación de mercancías y de capital, mientras que la clase social de los artesanos en china, incapaz de competir con los productos industriales, se desplomaba. Ese era el motivo por el cual la dinastía Qing cerró su mercado, para proteger a la capa de artesanos, y de paso evitar los problemas derivados de la droga. Para las potencias europeas era difícil entrar en China como lo hicieron en Sudamérica o Africa, dado que se encontraba en un estado de desarrollo histórico mucho mayor y estaba dotada de un estado centralizado fuerte.
El resultado de las dos guerras del opio, la última de ellas en 1860, fue la derrota de China, y la apertura de su mercado a las potencias imèrialistas, la cesión de Honng Kong y los tratados desiguales entre China y las grandes potencias imperialistas, pasando China a un estado semi-colonial.
Lo que ha quedado claro es que las drogas hoy en día están prohibidas pero toleradas. Yo mismo veo a compañeros de trabajo drogándose ( fundamentalmente con alcohol ). Si lo hacen es simple y llanamente porque la presión de la explotación en régimen asalariado genera ansiedad. Si no tienes la cabeza muy bien amueblada es difícil de soportar, y el alcohol corta la ansiedad…a otros les da por deprimirse.
Por lo tanto las drogas, con el alcohol a la cabeza, cumple una función dentro del sistema capitalista de explotación: permite aguantar este sistema de mierda al explotado. Es por esta razón que está prohibido pero tolerado. Lo que está claro es que si supusiese una amenaza para los explotadores la habrían combatrido de forma eficiente. De seguro que un obrero concienciado con ideología marxista no se va a drogar, pues una cabeza amueblada y formada no se evade de la realidad, sino que lucha en su transformación. La propaganda de la ideología comunista es muy importante en este momento, especialmente, porque la burguesía, en éste momento, está forjando un nuevo proletariado desprovisto de absolutamente todo…pronto el obrero conservador de un coche y un piso va a pasar a ser menos numeroso, y el proletario puro va a ser más numeroso.