Hasta ese día los nazis habían cumplido su objetivo militar sin ninguna clase de resistencia. Al día siguiente un comando armado de jóvenes militantes comunistas compuesto por Fredo junto con Brustlein, Zalkinov y Gueusquin se sitúan meticulosamente en uno de los arcenes de la estación. Un oficial de la Kriegsmarine, Alfonso Moser, espera la llegada del convoy. Cuando se aproxima reduciendo su velocidad, Fredo le dispara dos veces y el oficial alemán cae fulminado. El comando huye.
El operativo fue criticado por todos, incluso por el general De Gaulle, que acusó a Fredo de «terrorismo individual». En Francia la resistencia empezó contra viento y marea, en medio de reproches y críticas. Nada sucedía al azar. Unos días antes, el 19 de agosto, tras una manifestación junto a la estación de metro de Strasbourg-Saint-Denis, los alemanes habían detenido a Samuel Tyszelman y Henri Gautherot, dos jóvenes militanes comunistas, que fueron fusilados inmediatamente en el bosque de Verrières.
Poco antes el Partido Comunista había creado la Organización Especial para combatir a los nazis con las armas en la mano. Junto con Danielle Casanova y Albert Ouzoulias (coronel André), Fredo dirigía los comandos de la Organización Especial.
Uno de los que participó en el operativo de la estación de metro de Barbés era Gilbert Brustlein, otro militante de las juventudes comunistas francesas que había logrado fugarse de la prisión poco antes. El 20 de octobre de aquel Brustlein ejecutó en Nantes a Karl Hotz, el jefe de la Kommandantur. La prensa de entonces calificó a Brustlein de terrorista y a la resistencia de «bolcheviques», «judíos» y «extranjeros» destinados a los pelotones de fusilamiento.
A partir de entonces en París las acciones de los grupos de combate de la Organización Especial se suceden vertiginosamente. El 3 de septiembre Asher Semhaya dispara dos veces contra un suboficial alemán al que hiere de gravedad; tres días después André Kirschen abate a tiros al teniente Hauffmann; cinco días después Semhaya ejecuta a un oficial alemán en el Bulevar Strasbourg; dos días después Kirschen ejecuta a un suboficial de la Kriegsmarine alemana y en otro lugar otro comando de la Organización Especial acaba con la vida de dos oficiales alemanes más.
Fredo había sido panadero, ferroviario y luego obrero del metal. Militaba en las juventudes comunistas desde los 14 años y tenía una dilatada experiencia militar. Había combatido en España con las Brigadas Internacionales, donde fue herido tres veces y alcanzó el grado de subteniente del Ejército Popular de la República.
En 1942 fue detenida por la Gestapo junto a George Politzer y su mujer, siendo asesinada en el campo de concentración de Auschwitz al año siguiente.
Por su parte, el padre de Fredo y su cuñado fueron fusilados por los alemanes como represalia. El propio Fredo fue detenido en París el 30 de noviembre de 1942, siendo salvajemente torturado durante varias semanas, primero por los vichistas y luego por los nazis. Logró fugarse cuando le deportaban a un campo de trabajo, se reincorporó a la guerrilla y luego fue uno de los organizadores de la insurrección de París que desalojó a los alemanes de la capital francesa. Más tarde continuó la guerra con el grado de coronel del ejército francés de liberación, hasta que el 27 de diciembre de 1944 murió al estallarle una mina.
De terrorista Fredo se convirtió en un héroe de la resistencia francesa con el apodo de «coronel Fabien». En el centro de París la antigua Plaza del Combate aún lleva su nombre de guerra. Allí el gran arquitecto comunista Oscar Niemeyer edificó la que desde 1967 fue sede de un Partido Comunista que ya era irreconocible. Con el cambio de siglo organizaron en sus salones un desfile de ropa de la marca Prada…