El último informe de Antonio Guterres sobre la situación en el Sáhara Occidental entierra el derecho de autodeterminación y critica al Frente Polisario por poner en peligro las actividades de la Minurso.
De todos los informes redactados por los secretarios generales de la ONU sobre el Sahara, el de Guterres es el más nefasto contra los saharauis por impedir que el personal de la Minurso se mueva al este del muro defensivo.
El informe describe la guerra reiniciada por el Frente Polisario como “de baja intensidad”.
En su informe, Guterres, establece un punto de referencia. Cualquier solución al conflicto del Sáhara debe ajustarse a ciertas resoluciones de la ONU y no a otras. Son aquellas que exigen una solución política y realista al conflicto. Cada una de esas resoluciones menciona a Argelia varias veces. Una de ellas insta a Argelia a participar en las mesas redondas. Ninguna de estas resoluciones menciona ningún referéndum de autodeterminación.
Eso significa que la ONU considera al referéndum como una opción poco realista.
En cuanto a Argelia, Guterres reafirma el papel crucial de los Estados vecinos para lograr una solución a la cuestión del Sáhara Occidental y expresa su preocupación por el deterioro de las relaciones entre Marruecos y Argelia.
Guterres les insta a restablecer sus relaciones diplomáticas, ya que el diálogo entre ambos países es consustancial a un entorno propicio para la paz y la seguridad. El Secretario General de la ONU también recomienda al Consejo de Seguridad que prorrogue el mandato de la Minurso por un año más, hasta el 31 de octubre de 2023.
Guterres insta al Frente Polisario a levantar todas las restricciones a la libre circulación de observadores militares, convoyes terrestres, medios aéreos y personal de la Minurso al este del muro. “Me temo que, sin una completa libertad de movimiento, la Minurso pronto será incapaz de mantener su presencia al este del muro. En otras palabras, el Polisario está poniendo en peligro tanto la presencia como la misión de la Minurso”, concluye Guterres.
La ONU creó la Minurso en 1991 para organizar un referéndum de autodeterminación en el Sáhara y a Guterres se le ha olvidado hablar de ello. Una vez más, una misión de la ONU no ha servido para nada absolutamente, tanto cuando tenía libertad de movimientos, cuando ahora que no la tiene, según Guterres. La situación no cambia nada y la ONU, lo mismo que el gobierno español, está al borde de traicionar a los saharauis ante el altar de Estados Unidos, Israel y Marruecos.
A Guterres le pusieron al frente del ACNUR en 2005, una poltrona que ocupó durante una década. Cuando llevaba dos años en el cargo, viajó a Marruecos donde concluyó un acuerdo de cooperación. Como compensación, Rabat se comprometió a entregar al ACNUR un millón de dólares al año como contribución a su presupuesto. Fue un soborno sutil que Rabat también utiliza con otros organismos de la ONU.
A Marruecos le interesa el ACNUR y los refugiados porque los saharuauis son, ante todo, refugiados que algún día deberán votar en un referéndum de autodeterminación. El censo de refugiados saharahuis es, pues, un elemento clave. Para complacer a Marruecos, Guterres y el ACNUR redujeron el número de refugiados saharahuis de 160.000 personas a sólo 90.000.