A principios del siglo pasado el 70 por cien de los jóvenes británicos no eran aptos para el servicio militar, al igual que hoy el 77 por cien de los estadounidenses (1). La miseria condena a la clase obrera a pasar hambre, ser privada de atención sanitaria, mantener empleos agotadores y mal pagados y viviendas deficientes.
Casi un tercio de la población británica vivía en la pobreza extrema. Los salarios eran insuficientes para proporcionar la comida, la vivienda y la ropa necesarios para mantener a una familia obrera en condiciones físicas mínimamente dignas.
El gobierno británico creó un Comité Interministerial sobre Degradación Física para examinar el “deterioro de determinadas clases de la población”. Eran los tiempos de la eugenesia y la mejora de la “raza inglesa”. El comité redactó un informe de casi mil páginas para demostrar el “deterioro físico” de la población (2). Es un compendio de medicina para demostrar que el Imperio Británico no podía contar con los trabajadores británicos como carne de cañón y la solución fue recurrir los mercenarios y las tropas coloniales.
Ahora en Estados Unidos el jefe del Pentágono, Pete Hegseth, denuncia la misma situación y ha implementado el programa “Warrior Ethos Tasking”, destinado a mejorar la aptitud y la preparación de las tropas. Estados Unidos tiene una de las tasas de pobreza más altas entre los países occidentales, estimada muy por encima de la cifra oficial del 10,6 por cien. En realidad, aproximadamente el 41 por cien de los estadounidenses son trabajadores pobres de muy bajos salarios y el 67 por cien vive “al día” (3).
La retórica racista de Trump, opuesta a la emigración, encubre una miseria creciente de la clase obrera. Sin embargo, al mismo tiempo, lo mismo que otras potencias imperialistas, Estados Unidos, además de carne de cañón, necesita fuerza de trabajo y Trump quiere ofrecer incentivos a los matrimonios americanos blancos para aumentar la natalidad (4). En la jerga eugenésica lo califican como políticas “natalistas”, opuestas al aborto.
Los magnates más descerebrados, de los que ya hemos hablado en otras entradas, financian este tipo de planes delirantes como en los peores tiempos de la eugenesia de hace un siglo. Para sustituir a los trabajadores emigrantes proponen fabricar niños con características hereditarias “positivas”. El director de OpenAI, Sam Altman, firmó un contrato de 200 millones de dólares con el Pentágono para que los padres puedan modificar genéticamente a sus hijos incluso antes de la concepción para producir “bebés hechos a medida” (5).
En un plan así no podía faltar Peter Thiel, cofundador de Palantir, que apoya a Orchid Health (6), una empresa de detección de embriones para ayudar a los padres a concebir niños “sanos” mediante pruebas embrionarias y técnicas de selección de embriones (7).
Elon Musk es uno de los cretinos que se ha sumado a la nueva eugenesia como cliente. Quiere hijos pero sólo si son rubios e inteligentes, es decir, si no se parecen a él mismo. Están convencidos de que es posible seleccionar la inteligencia de los hijos antes del nacimiento (8).
El natalismo de esta banda de descerebrados es tan falso como todo lo demás. Por más que la eugenesia se disfrace con los nuevos maquillajes de la ingeniería genética, lo que alimenta no es la inteligencia precisamente. Confunden a los listos con los listillos.
(1) https://www.military.com/daily-news/2022/09/28/new-pentagon-study-shows-77-of-young-americans-are-ineligible-military-service.html
(2) https://wellcomecollection.org/works/uy7sevtp
(3) https://www.counterpunch.org/2023/10/12/abandoning-the-poor/
(4) https://www.nytimes.com/2025/04/21/us/politics/trump-birthrate-proposals.html
(5) https://www.cnbc.com/2025/06/16/openai-wins-200-million-us-defense-contract.html
(6) https://lavocedinewyork.com/en/lifestyles/2025/07/16/startup-pushes-genetic-selection-as-the-future-of-reproduction/
(7) https://scheerpost.com/2025/08/24/tech-elites-embrace-eugenics/
(8) https://www.yahoo.com/news/elon-musk-using-eugenics-startup-211746327.html