Miles de trabajadores de la sanidad de Estados Unidos se niegan a vacunarse contra el coronavirus. Casi la mitad de los sanitarios del condado de California y un hospital en Texas dicen que no se vacunarán, según los sondeos.
El jueves el gobernador de Ohio, Mike DeWine, informó de que el 60 por ciento de los trabajadores de los asilos se niegan a vacunarse. Hasta el 40 por ciento de los trabajadores de la salud en Los Ángeles y el 50 por ciento en el condado de Riverside se niegan a recibir la vacuna, según Los Angeles Times.
En los mensajes en las redes sociales los trabajadores dicen que se les está utilizando como conejillos de indias y expresan su temor a los efectos secundarios.
En gran parte de Estados Unidos se dispone de millones de dosis de vacunas contra el coronavirus, pero no se utilizan.
A los trabajadores de la salud les han ofrecido la primera oportunidad de vacunarse contra el coronavirus en todos los estados, siguiendo las recomendaciones de los CDC de darles prioridad, al estar más expuestos.
Los “expertos” esperaban que la vacunación de los trabajadores de la salud en primer lugar no sólo los protegiera contra la infección, sino que también evitara que los hospitales se quedaran sin personal.
Pero la suposición de que los trabajadores de la salud querrían las vacunas no se materializó y han recurrido a Twitter para expresar su preocupación por la falta de datos sobre la seguridad de las vacunas.
Una trabajadora de la salud en Nueva Jersey asegura que ella y sus colegas se vacunaron primero para servir como conejillos de indias para las vacunas antes de que fueran administradas al público en general.
“Tengo que eligir entre el riesgo de contraer covid o el riesgo de una vacuna desconocida”, dijo April Lu, una enfermera de 31 años en Los Ángeles, California. “Creo que elijo el riesgo del covid. Puedo controlarlo y prevenirlo un poco usando máscarillas, pero no estoy segura al 100 por cien”.
Una encuesta de la Fundación de Salud de la Familia Kaiser publicada el 15 de diciembre, justo cuando Estados Unidos empezaba a distribuir las primeras vacunas, reveló que el 29 por ciento de las personas que trabajaban en instituciones de atención de la salud no querían ser vacunadas.
El problema no es exclusivo de Estados Unidos. Los trabajadores sanitarios holandeses también se han quejado por haberles utilizado como conejillos de indias.