Fue en noviembre de 2001. Las tropas de Estados Unidos custodiaron la masacre. Unos 2.000 prisioneros talibanes fueron asesinados en camiones portacontenedores mediante asfixia por tropas afganas aliadas de Estados Unidos y enterrados en una fosa común en Dasht-e-Leili, Afganistán, según una filtración publicada por Wikileaks en 2009.
Los archivos difundidos incluyen comunicaciones del gobierno de Estados Unidos que detalla su nivel de participación en la masacre de Dasht-e-Leili, en Afganistán. La masacre mató a miles de prisioneros de guerra talibanes que fueron encerrados en contenedores de transporte. Los archivos se publicaron anteriormente en dos sitios web mantenidos por la ONG norteamericana «Médicos por los derechos humanos» (PHR, por sus siglas en inglés), pero tienen una importancia histórica significativa.
El 10 de julio de 2008 apareció un artículo en primera plana del New York Times que detallaba nuevas acusaciones contra la Administración Bush, por la que se impidieron al menos tres investigaciones federales sobre la masacre de Dasht-e-Leili.
Detalles de la masacre
En noviembre de 2001, unos 2.000 prisioneros talibanes fueron asesinados en camiones portacontenedores por tropas afganas aliadas de Estados Unidos y enterrados en una fosa común en Dasht-e-Leili, Afganistán. Estas tropas afganas operaban conjuntamente con las fuerzas estadounidenses, que estaban presentes en la escena del crimen. Los investigadores de PHR descubrieron la fosa común en 2002.
Bajo los auspicios de la ONU, el Programa Forense Internacional de PHR llevó a cabo un examen inicial de parte del sitio, exhumó quince restos y realizó autopsias en tres restos individuales, y descubrió que la causa probable de la muerte era por asfixia.
Desde 2002, PHR ha estado pidiendo que se asegure el lugar, se proteja a los testigos y se lleve a cabo una investigación completa de la masacre. Pero a pesar de estos llamamientos, los testigos presenciales afganos fueron torturados, asesinados y desaparecidos, y se han excavado y retirado secciones del lugar de la fosa común.
Las fuerzas de ocupación eliminaron pruebas
El 21 de junio de 2006, PHR solicitó la desclasificación de toda la información relacionada con los sucesos ocurridos en noviembre de 2001 y alrededor de esa fecha en la región de Dasht-e-Leili. PHR presentó la solicitud simultáneamente ante el Departamento de Defensa (incluido el Departamento de la Fuerza Aérea, el Departamento de la Marina y el Comando Central de Estados Unidos), el Departamento de Estado (incluida la Oficina de Crímenes de Guerra) y la Agencia Central de Inteligencia.
Después de que el gobierno de los Estados Unidos no respondiera a ninguna de ellas, PHR presentó una demanda el 19 de febrero de 2008. Ante esto, Wikileaks publicó una serie de documentos del Departamento de Defensa, del Departamento de Estado y la Agencia Central de Inteligencia que evidencian la complicidad de las tropas de Estados Unidos en la masacre.
En 2008, Stefan Schmitt, Director del Programa Forense Internacional de PHR, estaba en Afganistán bajo contrato con la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas en Afganistán (UNAMA) para realizar evaluaciones forenses en varias tumbas diferentes en el país. En un esfuerzo por volver a visitar los sitios que se habían documentado originalmente en 2002, Schmitt visitó Dasht-e-Leili y se encontró con que las fosas habían sido limpiadas, y las pruebas forenses, destruidas.
Fuente: Wikileaks