La maquinaria rusa de guerra es ‘poderosa y competente’

Desde los tiempos de la URSS, el objetivo de Moscú ha sido la supervivencia porque -durante un siglo- los planes del imperialismo comenzaban y acababan con su destrucción. La fecha de inicio fue el Goelro, el plan de Lenin para electrificar el país. Desde entonces se creó una economía de guerra, basada en la industria pesada y la energía, que los planes quinquenales ampliaron y desarrollaron.

Aquella maquinaria demostró su eficacia en la Segunda Guerra Mundial y desde entonces no ha descansado, con la excepción del desmantelamiento de los noventa, cuando Yeltsin sirvió el país en bandeja a los buitres occidentales.

El tiempo ha dado la razón plenamente al esfuerzo militar llega hasta hoy. Un informe del Instituto Francés de Relaciones Internacionales (Ifri) indica que el aparato de defensa ruso sigue operando a un nivel muy alto (*).

Rusia es una economía de guerra financiada con la venta de hidrocarburos. Destina una parte significativa de su economía al gasto militar. Se prevé que la proporción del PIB asignada a esta misión se duplique entre 2021 y 2025, pasando del 3,5 al 6,6 por cien. Supone más de un tercio del presupuesto público y respalda el aumento de la producción en varios segmentos de la industria militar.

La producción de municiones se ha disparado. La producción de proyectiles de 152 milímetros, según el Ifri, pasó de 250.000 a 1,3 millones en dos años, y la de misiles balísticos tipo Iskander casi se triplicó entre 2023 y 2024. Estos volúmenes demuestran la prioridad otorgada al mantenimiento de la fuerza operativa.

Los planes industriales son factibles gracias a las medidas económicas adoptadas desde el inicio de la Guerra de Ucrania. El déficit presupuestario se mantiene muy bajo, en torno al 3 por cien del PIB, un nivel que Rusia aún puede absorber gracias a sus ingresos por hidrocarburos y los impuestos relacionados con la inflación.

Como en occidente nunca han entendido las políticas industriales de la URSS, ni las de Rusia, siempre recurren al apoyo externo. La doctrina es que Rusia puede eludir las sanciones occidentales gracias a terceros países: Irán, Corea del Norte, China y Bielorrusia.

Lo que nunca explican los “expertos“ es que esos países están aún más sancionados que la propia Rusia. Es la pescadilla que se muerde la cola. Lo más normal es que los países a los que el imperialismo intenta someter y aislar se ayuden mutuamente entre sí.

Por lo demás, son países creados para resistir el tiempo que haga falta porque a lo largo de su historia no han conocido otra cosa que los asedios por parte de occidente.

(*) https://www.ifri.org/en/studies/europe-russia-balance-power-review

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