Hemos visto y leído vuestro manifiesto con gran atención e interés: “Mientras haya voluntad de lucha, habrá esperanza de vencer”. En la medida en que somos comunistas revolucionarios euskaldunes, de Euskal Herria, hemos pensado que nuestro deber y obligación militante era haceros llegar estas reflexiones, hechas desde nuestra experiencia y aprendizaje en la lucha, en solidaridad y amistad con vosotros.
Vuestra decisión, es decir, dar por finalizado el proceso de pacificación imperialista, contrainsurgente y tramposo en Colombia, y el haber tenido la inteligencia estratégica de volver a la lucha armada político-militar, ha sido un motivo de esperanza para todos los revolucionarios del mundo. Porque el proceso colombiano ha sido una trampa genocida, una rendición y renuncia terribles, en suma, una pacificación, y a consecuencia de ello han muerto cientos de personas. Era ya tiempo de volver a las armas, de incorporarse con los militantes que no las entregaron: el resto de compañeros de las FARC-EP que no aceptaron el corrupto proceso de pacificación y los guerrilleros del ELN. Vuestra coordinación será un motivo de alegría para todos nosotros.
Nos identificamos con vuestra decisión: mientras haya voluntad de lucha, habrá esperanza de vencer. Hemos sufrido en Euskal Herria un proceso de pacificación contrainsurgente parecido al vuestro, y el resultado no ha podido ser peor: la destrucción total del MLNV, el Movimiento de Liberación Nacional Vasco, la desaparición de ETA y el regalo por la cara a nuestros enemigos españoles y franceses de las armas propiedad del Pueblo Trabajador Vasco. Camaradas, os escribimos desde esta experiencia amarga y dolorosa. Llevamos ya diez años haciendo frente a las consecuencias de este naufragio terrible, y aprendiendo de los fallos, errores y meteduras de pata cometidas. Haciendo una autocrítica muy exigente, los independentistas y socialistas revolucionarios vascos estamos construyendo pasito a pasito otra vez el Movimiento Socialista Revolucionario de Liberación Nacional Vasco, en medio de muchos problemas y dificultades.
Como en Colombia, también en Euskal Herria se aplicó la estrategia de la negociación a partir de la década de los 80, y como vosotros, nosotros también nos hemos sumergido una y otra vez en los tramposos procesos imperialistas de pacificación: en Argel, en los años 1986-1987; con el acuerdo nacional de Lizarra-Garazi, en los años 1998-1999; en Suiza y Loyola, en los años 2006-2007; y el último, de 2010 a 2017. Queremos compartir con vosotros lo aprendido de estas experiencias, para avanzar juntos y solidarios en el camino de la Revolución Socialista.
En todos estos años hemos aprendido que, sin hacer una autocrítica radical y despiadada, repetimos una y otra vez los mismos errores, tanto en Colombia como en Euskal Herria.
¡Camaradas, es la propia estrategia de la negociación la que es un error! La práctica de muchos años nos ha enseñado eso, no solo en Colombia y en Euskal Herria, sino también en El Salvador, Guatemala, Irlanda, Sudáfrica y en muchos otros sitios. El imperialismo ha utilizado los procesos de negociación en todo el mundo para destruir la insurgencia. Tal y como nos lo demuestra la Teoría Revolucionaria, las burguesías y las oligarquías no dejan el poder por su propia voluntad, ni abandonan su dictadura de clase por medio de conversaciones políticas. Sin tomar el poder político y económico, los movimientos revolucionarios estamos condenados a la derrota y a la desaparición. No hay medias tintas: o Poder Burgués o Poder del Pueblo Trabajador. ¡Socialismo o Barbarie!
En este mismo sentido, pensamos que se debe hacer la crítica sistemática de partido socialdemócrata, reformista, electoralista, posibilista, oportunista y liquidacionista que aparentemente lidera el traidor Londoño, para que el Pueblo Trabajador de Colombia sepa claramente qué grado de colaboración tienen hoy en día con la narco oligarquía yanqui-sionista-santanderina. Ya que esa burguesía no merece de ninguna de las maneras el nombre de colombiana, puesto que le han regalado su tierra al Imperialismo, porque hay nueve bases de los Estados Unidos en Colombia, y están colaborando con la OTAN para agredir a los países antiimperialistas de América: Venezuela, Bolivia, Cuba…
Camaradas, como decís muy bien, todas las negociaciones realizadas a lo largo de la historia de Colombia han terminado en la traición y la infamia. La actual también. Hay que extraer conclusiones de esa experiencia, por muy dolorosas que sean: no hay nada que negociar con los estados burgueses. La victoria de la Revolución es la única solución. Vencer o morir.
Por eso, hemos oído y leído con asombro algunas palabras y expresiones que aparecen en vuestro manifiesto, que difícilmente se armonizan con una estrategia revolucionaria: “diálogo con empresarios, ganaderos, comerciantes y la gente pudiente del país”, “nuestro objetivo estratégico es la paz de Colombia con justicia social, democracia, soberanía y decoro”, “Un nuevo diálogo que corrija y encadene la perfidia y la mala fe, que involucre a las fuerzas guerrilleras y a todos los actores armados para que podamos fundar una paz definitiva, estable y duradera, sellada con el compromiso colectivo del Nunca Más. Un nuevo Acuerdo de Paz sin más asesinatos de líderes sociales y de ex combatientes guerrilleros, en el que las armas sean verdaderamente retiradas de la política y colocadas lejos de su uso, no entregadas”, “El Estado ha sido secuestrado por los forajidos y la mafia de la corrupción y la impunidad. Rescatarlo y liberarlo, está en manos de la movilización de las conciencias, de la nación en masa, del pueblo unido.”, “democratización en profundidad del Estado”…
¡Camaradas! Tenemos confianza revolucionaria en vosotros, basada en el Internacionalismo Proletario. Sabemos bien que las reorientaciones estratégicas no se hacen de la noche a la mañana. Pero es nuestro deber y obligación revolucionaria y militante presentar ante vosotros nuestra profunda preocupación. Las bases de la Teoría Revolucionaria Socialista/Comunista Científica, que han sido comprobadas una y otra vez en las luchas de clases a nivel mundial, deben ser nuestra brújula. No se pueden de ninguna de las maneras marginar, olvidar y/o abandonar. Especialmente toda la caracterización de la naturaleza del estado burgués y todo el análisis científico que está a su alrededor. ¡Son las niñas de nuestros ojos!
Os lo diremos una vez más, camaradas: aplaudimos y apoyamos vuestra decisión, pues habéis tenido la audacia, el coraje y la determinación de hacer lo que en Euskal Herria no se ha hecho. Habéis marcado un antes y un después para muchos movimientos revolucionarios del mundo, probando y demostrando que se puede salir de los procesos de pacificación imperialistas, genocidas y tramposos sin traicionar la causa de la liberación y emancipación del Pueblo Trabajador, volviendo a la lucha de modo consecuente, haciendo autocrítica y actuando con honradez. Ese es vuestro mérito, amigos. El Imperialismo y la oligarquía yanqui-sionista-santanderina no os lo perdonarán. Pero todos los revolucionarios del mundo os agradecemos vivamente y de todo corazón que no hayáis apagado el fuego de la esperanza.
Estéis donde estéis, os mandamos a cada uno de vosotros un abrazo revolucionario desde Euskal Herria. Desde esta trinchera de la Revolución Socialista Vasca, nuestros saludos más calurosos y nuestra solidaridad más firme. Teniendo en la memoria a Txabi Etxebarrieta, Eustakio Mendizabal y Argala, teniendo en el corazón a todos y todas las combatientes revolucionarias vascas caídas en combate, teniendo en la memoria a Jacobo Arenas, Manuel Marulanda, Alfonso Cano y Raúl Reyes, teniendo en el corazón a todos y todas las guerrilleras revolucionarias de las FARC-EP, el ELN y el resto de organizaciones revolucionarias colombianas caídas en la lucha, os decimos esto:
¡VIVA COLOMBIA INDEPENDIENTE Y SOCIALISTA!
GORA EUSKAL HERRIA INDEPENDENTE ETA SOZIALISTA!
JOTAKE IRABAZI ARTE!
¡MIENTRAS HAYA VOLUNTAD DE LUCHA, HABRÁ ESPERANZA DE VENCER!
¡LA LUCHA SIGUE!
¡CON BOLÍVAR, CON MANUEL, CON EL PUEBLO AL PODER!