La directora del nuevo banco de desarrollo Brics, Leslie Maasdorp, dice que la creación de una nueva forma de moneda fiduciaria no es inminente sino un objetivo a medio o largo plazo.
Ahora mismo el bloque está centrado en fomentar el comercio directo utilizando las monedas nacionales de los países miembros y, según Maasdorp, los proyectos de desarrollo apoyados por el banco Brics siguen dependiendo del dólar, a pesar de las afirmaciones en contrario de funcionarios rusos y brasileños.
A medida que se acerca la próxima cumbre de los Brics en Sudáfrica, prevista para el mes de agosto, los rumores de una nueva moneda respaldada por el oro alimentan las discusiones económicas en todo el mundo.
La nueva moneda podría representar un gran desafío para la preeminencia del dólar estadounidense, que no está respaldado por el oro desde 1971. Los países Brics han acumulado importantes reservas de oro durante la última década. En particular, Rusia y China se encuentran entre los mayores productores de oro del mundo.
Si la nueva moneda respaldada por oro se convierte en realidad, podría desestabilizar el orden económico mundial y marcar un paso importante hacia su desdolarización.
Podría desencadenar una inflación significativa, un aumento en el precio del oro y otras materias primas. Los países productores de materias primas, como los Brics, podrían aprovechar esta situación económica, mejorando así el uso de su moneda para comercializar materias primas en los mercados internacionales.
La moneda estadounidense ya ha perdido el peso que tenía antes, según Paul Gruenwald, economista jefe de la agencia de calificación S&P Global. El dólar “no tiene el atractivo que solía tener”.
No obstante, la moneda estadounidense seguirá siendo una moneda mundial de primer orden, pero ya no será la moneda dominante. Estas previsiones se dan en un contexto en el que las sanciones de Estados Unidos contra Rusia han provocado varios movimientos en el sector económico. Según un estudio de Invesco Global Sovereign Asset Management, varios países ahora prefieren repatriar su oro a su país.
Casi el 60 por cien de los bancos centrales y los fondos soberanos prefieren el oro, mientras que el 68 por cien tiene la intención de mantener sus reservas dentro del país.
Gruenwald también señaló que la situación lleva a otros países a preferir otras monedas, como el yuan chino, por ejemplo. Por lo tanto, un volumen cada vez mayor de intercambios se realiza al margen del dólar. “Fuera del mundo del dólar están sucediendo otras cosas”, dijo.
Por su parte, la moneda china está ganando presencia en el comercio mundial. Las diversas medidas adoptadas por las autoridades chinas están dando sus frutos. En 2001 el yuan ocupaba la posición número 35 entre las monedas más utilizadas en el comercio internacional. Ahora ha dado un salto impresionante al quinto lugar en 2022.
El capital financiero internacional ha mostrado una creciente confianza en el yuan como una potencial alternativa al dólar estadounidense, que actualmente es la principal moneda de reserva en el mundo.