Actualmente Turquía está tomando medidas para trasladar tropas y equipos a Libia. Ha presentado un proyecto de ley para enviar tropas a Libia tan pronto como se reuna su Parlamento, en respuesta a la invitación del gobierno de Trípoli.
En una reunión de dirigentes provinciales en la sede del AKP, el partido gobernante, en Ankara, Erdogan dijo que el mandato de enviar tropas a Libia está en la agenda del Parlamento cuando se reuna a principios de enero.
Pero de momento no existe ninguna “invitación” por parte de Libia. No está claro a qué se refiere Erdogan cuando el ministro librio de Interior, Fathi Bashagha, ha dicho lo contrario: todavía no se ha cursado ninguna petición oficial.
Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Rusia y varios países de Europa occidental apoyan a Haftar, que controla la mayor parte de Libia. Qatar y Turquía se han puesto del lado de los Sarraj y los islamistas, que están perdiendo la guerra.
Originalmente contaban con el apoyo de la ONU y la Unión Europea, pero la falta de progreso desde 2015, cuando se formó el gobierno del Acuerdo Nacional de Sarraj, ha debilitado el apoyo internacional.
Una mayor participación extranjera en la Guerra de Libia es mala para ese país, pero buena para Siria. En 2011, después de que la OTAN ayudara a los yihadistas a destruir a Gadafi, las milicias fueron trasladadas a Siria para ayudar a hacer lo propio. Las armas de Libia fueron transportadas desde Turquía a Siria para apoyar a los terroristas contra el gobierno de Damasco.
Ahora los flujos se invierten. Los “rebeldes moderados” que apoya Turquía se unirán a las fuerzas de Sarraj en su lucha contra Haftar.
Inicialmente el gobierno libio se resistió a la idea del despliegue turco, pero finalmente lo ha aceptado porque las fuerzas de Haftar están a las puertas de Trípoli.
Turquía destinó a la llamada Brigada del Sultán Murad para limpiar las zonas kurdas del noroeste de Siria. Sus luchadores son conocidos por ser indisciplinados y brutales. Han sido entrenados y armados por Turquía y sus comandantes hablan turco. Algunos de ellos también están capacitados para coordinar el apoyo aéreo. Otros grupos están recibiendo adiestramiento militar actualmente, impartida por oficiales turcos, que luego serán enviados a Libia.
Esas tropas son mercenarios, carne de cañón. Turquía y Qatar están ofreciendo sumas relativamente grandes de dinero para reclutar nuevos mercenarios sirios para llevarlos a luchar a Libia. Las milicias apoyadas por Turquía están incitando a los jóvenes a unirse a la guerra en Libia, ofreciendo recompensas que van desde los 1.800 a los 2.000 dólares mensuales.
Hace unos días murieron en Libia dos de esos mercenarios que llegaron de Damasco y se unieron a las facciones apoyadas por Turquía.
La reducción del número de yihadistas en Siria facilitará el avance del ejército regular en la provincia de Idleb. Desde su inicio el 19 de diciembre, la nueva operación en las zonas en poder de Al Qaeda / HTS (Hayat Tahrir al Sham) ya ha liberado más de 40 localidades.
Tanto Trump como el emir sirio de Al Qaeda han emitido mensajes de preocupación bastante similares sobre los ataques del ejército regular sirio en Idleb. Ambos han culpado a Rusia e Irán, mientras que no mencionan a los terroristas que ambos países pretenden derrotar. Lo mismo están haciendo las televisiones europeas, que hablan de “víctimas civiles” en Idlib.
Los imperialistas, los yihadistas y las cadenas de intoxicación dicen exactamente lo mismo. Un día antes que Trump, el cabecilla de HTS / Al Qaeda, Abu Mohammad Al-Julani, publicó un vídeo que uno de sus seguidores tradujo así:
“Entre los dos países [Rusia e Irán], el régimen [sirio] está siendo utilizado como una marioneta para apoderarse de los territorios y las propiedades, por medio de unn cambio demográfico […] Para lograr sus objetivos, no tienen reparos en cometer las más horrendas masacres contra el pueblo suní.
“… por medio de ataques aéreos, bombardeos y destrucciones en tierra, después de haber fracasado en la pacificación de la revolución por medios políticos y de seguridad”.
Por su parte, Al-Julani añade: “Dicho esto, nos enfrentamos a una gran batalla, en nombre de toda la ‘ummah’ islámica, y en nombre de un mundo hipócrita que una vez quiso destruir la Unión Soviética y enfrentarse a las ambiciones iraníes”.
La invocación de la “ummah islámica”, la comunidad de todos los musulmanes del mundo, es un llamamiento a los islamistas y a los patrocinadores de todo el mundo para que apoyen a Al Qaeda en su lucha contra el gobierno de Damasco.
Anteriormente Al-Julani rechazó la ayuda de los socios de Turquía en el borte de Siria porque podían poner en peligro su posición dominante en Idlib. También busca carne de cañón, nuevos reclutas dispuestos a cualquier cosa. Sin embargo, parece poco probable que su llamamiento reciba una respuesta suficiente para compensar las pérdidas que actualmente sufren sus huestes en Idlib.
El Departamento de Estado de Estados Unidos califica a HTS como una organización terrorista. En una conferencia celebrada en 2017, Brett McGurk, enviado presidencial de la Casa Blanca para la coalición contra el Califato Islámico, calificó a la provincia de Idlib como “el mayor refugio de Al Qaeda desde el 11 de septiembre, directamente vinculado a Ayman Al-Zawahiri”, el actual cabecilla de Al Qaeda. Añadió que la presencia de Al Qaeda en Idleb era “un gran problema” y lo será “durante algún tiempo”.
Ni las protestas de Trump ni las de su capataz Joulani tendrán ningún efecto en la campaña de Idlib, una provincia predominantemente rural co pocos activos económicos por los que valga la pena combatir. Pero el control de las autopistas que la atrviesan son esenciales para la reactivación de la economía siria.
https://www.moonofalabama.org/2019/12/turkeys-military-intervention-in-libya-might-help-syria.html