La aeronáutica mundial está en manos de dos grandes monopolios, Boeing y Airbus, aunque las cadenas de suministro se extienden por varios continentes, sobre todo en lo que respecta a las materias primas.
Desde la pandemia, el sector está en crisis a causa de los confinamientos, con cierres y despidos masivos de trabajadores. A la crisis se han sumado las sanciones contra Rusia, que afectan a una materia prima capital de la aeronáutica, el titanio, y a la mayor empresa exportadora, la rusa Vsmpo-Avisma.
“Sancionar el titanio de Rusia sería sancionarnos a nosotros mismos, a los países que sancionan a Rusia. Y si Rusia sanciona a Occidente o al resto del mundo deteniendo el suministro de titanio, podría simplemente acabar con Vsmpo-Avisma a largo plazo. Este es uno de los pocos ámbitos empresariales en los que no interesa a ninguna de las partes alterar la situación actual. Sin embargo, queremos poder salir de la cadena de suministro rusa en algún momento”, dice el presidente ejecutivo de Airbus, Guillaume Faury.
Si el titanio quedara afectado por las sanciones, sería otro boomerang para la industria aeronáutica mundial, que quedaría paralizada. La mitad del titanio que utiliza Airbús procede de Rusia. A partir de aquí, vuelven las cábalas de Bruselas sobre la “excesiva dependencia” y la necesidad de buscar alternativas al titanio ruso.
Pero eso no es posible y el titanio y Vsmpo-Avisma han quedado fuera de las sanciones (*). “Sería una pena ver desaparecer [a la empresa rusa Vsmpo-Avisma]del mapa del titanio en el mundo”, sobre todo por la calidad y los precios a los que vende la materia prima, añadió el presidente de Airbus.
No obstante, las cábalas siguen para escapar de la “excesiva dependencia” de Rusia, porque Europa puede depender de muchos países, pero en ningún caso de Rusia. Lo mismo ocurre con Boeing, que tiene empresas conjuntas con Vsmpo-Avisma. Unos meses después de firmar un acuerdo para que VSMPO-Avisma siga siendo el principal proveedor de sus aviones actuales y futuros, Boeing ha anunciado la suspensión de sus compras a su socio ruso.
La industria aeronáutica no tiene muchas alternativas al titanio ruso. Estados Unidos abandonó la producción en 2020 y China es un país productor pero de mala calidad para la aeronáutica. Fuera de Rusia sólo hay empresas en Japón y Kazajistán, que no producen en cantidad suficiente como para sustitutuir a Vsmpo-Avisma.
En 2008 una empresa francesa y otra kazaja crearon Ukad y luego apareció EcoTitanium, basado en el reciclaje de residuos de titanio procedentes de la producción. Pero este tipo aventuras tienen un porvenir muy incierto a causa de la crisis del sector, causado por los confinamientos, que hundieron el sector aeronáutico.
Hay muchos planes y tentativas, pero a fecha de hoy en el mundo no se construye ningún avión sin contar antes con Rusia.
(*) https://financialpost.com/pmn/business-pmn/eu-blocks-proposal-to-sanction-russian-titanium-maker-vsmpo-avisma-wsj