Se trata de un avión Boeing E-3A Sentry de detección y mando de la OTAN, más conocido como AWACS, que voló durante tres horas desde Alemania sobre aguas internacionales en el Mediterráneo oriental cerca de Líbano para rastrear la base militar rusa de Hmeimim cerca de Lattakia.
Desde la entrega de los sistemas de defensa antiaérea rusos SS-300 al ejército sirio, los aviones espía de la Fuerza Aérea del Pentágono han estado viajando regularmente cerca de las costas sirias donde se encuentran las bases militares rusas.
Tras reforzar los sistemas de guerra radioelectrónica en Siria, Serguei Shuigou, ministro de Defensa ruso, informó en una reunión con Putin y miembros del Consejo de Seguridad de Rusia sobre el aterrizaje del dispositivo de guerra electrónica “Krassukha-4” el 25 de septiembre en Siria como parte de la entrega de los SS-300.