Desde hace varios días, el rublo ruso se está recuperando considerablemente. En los peores momentos de las sanciones contra Rusia se pagaban 160 rublos por euro. Hoy en día sólo se necesitan 97 rublos por euro.
Antes de la guerra la cotización estába en 80 ó 90 rublos por euro, por lo que el desplome de la divisa rusa ha sido más bien efímero.
El anuncio de la negociación del gas ruso en rublos permitió que el valor de la moneda rusa subiera, convirtiéndose el rublo en una moneda básica en sí misma. Después del petro-dólar, llega el petro-rublo.
Los efectos de las sanciones económicas son mucho más livianas de lo que cuentan las cadenas de televisión, lo cual significa lo siguiente: si los imperalistas quieren aplastar a Rusia no lo van a conseguir con las sanciones sino sólo con una guerra en toda línea.
Ahora bien, que el rublo se haya recuperado tampoco significa que vaya a mantener su cotización en el futuro. Puede volver a caer o, por el contrario, puede subir definitivamente si los países europeos comienzan a pagar sus facturas a Rusia en rublos a partir del viernes.
La noticia de la recuperación del rublo es muy buena para las inmobiliarias españolas. Desde 2013 Rusia es el tercer comprador de suelo y edificios en España, por detrás de Francia y Reino Unido.
En un contexto de bancarrota económíca, como el español, sólo a los demagogos se les ocurre alardear de la incautación de capitales extranjeros. De nuevo tras las sanciones económicas están las presiones económicas de Estados Unidos.