Una de las mayores vergüenzas de la época que padecemos es el siniestro papel que juegan las instituciones internacionales, desde la OMS a la ONU, pasado por la OSCE que, como indica su nombre, se creó para garantizar la cooperación y la seguridad en Europa.
Desde el Golpe de Estado de 2014 en Ucrania, la OSCE colaboró con los crímenes cometidos por el ejército ucraniano contra la población civil del Donbas, perdiendo una de sus señas de identidad: la neutralidad, un elemento diferenciador que debe favorer siempre a la parte más débil. Cuando se pierde la neutralidad, la institución se convierte en una marioneta de las potencias hegemónicas.
Los militares rusos han encontrado documentos que prueban la estrecha y prolongada cooperación entre la OSCE con el servicio secreto ucranianos (SBU) en la región de Jerson. La misión internacional, que se estableció en marzo de 2014 como una fuerza de paz, fue partidista desde el principio.
La Guardia Nacional rusa ha registrado una mansión en Jerson en la que vivía el jefe local del SBU, Vyacheslav Savchenko, y encontraron documentos que prueban que la OSCE estaba informando a la policía política ucraniana. A través de la agencia Tass, la Guardia Nacional rusa sostiene lo siguiente:
“La costosa decoración de la casa, o más bien del propio palacio, atestigua la importancia de las fuentes de financiación del antiguo jefe del SBU en la región de Jerson. En el edificio se encontraron documentos pertenecientes a la misión de la organización internacional de supervisión de la OSCE en Ucrania, que demuestran que los representantes de la misión extranjera se encontraban en Jerson y disfrutaban de la protección personal de Savchenko. Además, la presencia frecuente de personal de la OSCE en esta casa está confirmada por declaraciones de testigos de los residentes locales” (*).
Esto se confirma con los otros hallazgos en la residencia del director local del SBU:
“La Guardia Nacional rusa también se incautó de un diagrama manuscrito de la ubicación de las unidades de las fuerzas armadas rusas en las regiones de la República de Crimea, Rostov, Smolensk, Belgorod y Voronezh. Esto confirma una vez más la realización por parte del personal de la misión de actividades de inteligencia en interés de los servicios especiales ucranianos, así como de los servicios especiales de los países de la OTAN. Los documentos se han presentado a las autoridades competentes. Dan fe de la estrecha cooperación que la organización internacional mantiene desde hace tiempo con los dirigentes ucranianos, que va más allá del marco oficial de sus tareas declaradas”.
La OSCE es cómplice de las 15.000 personas asesinadas en el Donbas. Durante ocho años han estado haciendo la vista gorda y, en ocasiones, han informado al ejército ucraniano de los lugares que debían bombardear.
(*) https://tass.ru/armiya-i-opk/15112683