La Unión Europea lleva tiempo intentando desarrollar un sistema de defensa contra misiles hipersónicos, que inicialmente encargó a la empresa francesa MBDA, que ya había lanzado su propio proyecto, denominado Aquila.
Formaba parte del European Hypersonic Defence Interceptor (Eu Hydef). Sin embargo, en julio del año pasado, para sorpresa de todos, la Comisión Europea anunció que la gestión del programa, dotado con 110 millones de euros, se confiaba a Sener Aeroespacial, una empresa española sin experiencia en defensa antimisiles y vuelo hipersónico.
En el proyecto participarán, además de España, Alemania (con Diehl Defence), Bélgica, Noruega (que no es miembro de la Unión Europea), Polonia, la República Checa y Suecia.
Luego la Comisión Europea dio marcha atrás y también financiará el proyecto de MBDA, aunque no ha dicho nada sobre la cantidad de dinero que pondrá sobre la mesa. El plan de Bruselas parece ser que compitan dos ténicas distintas de la defensa contra misiles hipersónicos.
Las escopetas de feria del Pentágono
No sólo en Europa están nerviosos con los nuevos misiles rusos. Ocurre lo mismo en Estados Unidos, que aún no ha sido capaz de desarrollar misiles con características similares.
Igual que Europa, a falta de armas hipersónicas lo que el Pentágono tiene son planes. Lockheed-Martin diseñó el arma hipersónica AGM-183A (ARRW o Air Launched Rapid Response Weapon), que falló más que una escopeta de feria en sus pruebas, lo que desde el principio le dio mala prensa en el Congreso, hasta el punto de que finalmente ha tenido que detener su desarrollo.
El 13 de marzo falló la última prueba de un AGM-183A operativo y a la Fuerza Aérea aún le quedaban dos ejemplares más para probar, pero ayer anunciaron que desisten de realizar más intentos.
Ahora el as en la manga se llama HACM (Hypersonic Attack Cruise Missile). Lanzado por Darpa y el Air Force Resarche Laboratory (AFRL), el HACM es la continuación del proyecto “HAWC” (Hypersonic Air-breathing Weapon Concept).
Los fondos presupuestarios asignados al HACM han aumentado hasta los 423 millones de dólares. Además, el Pentágono pretende gastar en él 1.500 millones de dólares entre 2025 y 2028.
Rusia ya está diseñando un sistema de defensa contra misiles hipersónicos
En otras palabras, de momento Estados Unidos no tiene nada de nada… excepto planes y planos. Rusia es el único país del mundo con misiles hipersónicos ya desplegados y operativos, que son de tres tipos distintos: Zircon, Kinjal y Avantgard.
En Ucrania los ataques rusos con misiles hipersónicos han alcanzado centros de control y planificación de la OTAN, así como radares y estaciones de defensa aérea. Se han registrado numerosas bajas de oficiales de la Alianza Atlántica, entre ellos varios estadounidenses. El Estado Mayor de la OTAN “en la sombra” recibió un golpe muy duro.
El espionaje occidental calcula que Rusia disponía de unos 50 misiles hipersónicos Kinjal al comienzo de la guerra en Ucrania y hasta ahora sólo ha utilizado nueve. Pero tiene capacidad para construir unos 200 al año y, aunque normalmente los ha disparado desde cazas MiG-31, dispone de medios para lanzarlos desde cualquier lugar, tanto aviones, como barcos y submarinos.
El fracaso de los misiles hipersónicos estadounidenses es muy ilustrativo. ¿Cómo es posible que un país que gasta más dinero en armas que ningún otro, con diferencia, no haya sido capaz aún de fabricar un misil hipersónico? El fracaso no es militar, sino tecnológico.
No vamos a regodearnos ahora en algo de lo que ya hemos hablado aquí varias veces: el caza F-35, que ha costado una fortuna y apenas es capaz de remontar vuelo. Los misiles hipersónicos son otro signo de los nuevos tiempos que corren.
No obstante, más bien tarde que temprano, Estados Unidos dispondrá también de misiles hipersónicos, pero va un paso por detrás. Si por fin logra tenerlos operativos, no van a solucionar su problema estratégico porque Rusia ya ha comenzado a probar un nuevo sistema de defensa contra este tipo de armas. Se trata de los SS-300V4 y SS-500, especialmente concebidos para derribar misiles hipersónicos, que ya están en proceso de fabricación en serie.