La inteligencia artificial no ha tardado mucho en decepcionar. Alucina mucho y aporta poco, aunque ha inflado una importante burbuja económica, e incluso ha puesto a ciertas empresas, como Nvidia, en la cresta de la ola.
Por primera vez las inversiones en inteligencia artificial han superado a los sectores que tradicionalmente acaparaban el dinero: medicina y la biotecnología. Aumentaron a 24.000 millones de dólares de abril a junio de este año, más del doble que el trimestre anterior. La financiación de las empresas emergentes aumentó un 16 por cien de forma secuencial para alcanzar los 79.000 millones de dólares en el último trimestre, impulsada principalmente por las inversiones en inteligencia artificial.
Es complicado descifrar ahora mismo qué parte de especulación hay en esta nueva tecnología, pero los comentarios de la prensa especializada son cada vez más negros porque hay mucho dinero invertido, dice Goldman Sachs, y las espectativas de recuperarlo se van desinflando.
Durante el año pasado Amazon, Meta, Microsoft y Alphabet invirtieron 357.000 millones de dólares en el desarrollo de la inteligencia artificial. Es casi una cuarta parte del índice S&P 500 en gasto de capital, una cantidad muy difícil de recuperar.
Si las inversiones no generan los beneficios previstos, la cotización bursátil de las grandes empresas tecnológicas podría empezar a caer.
SenseTime: la fiebre de la inteligencia artificial en China
En China ocurre otro tanto, con una empresa protagonista, SenseTime, fundada hace apenas una década. Su último modelo, el SenseNova 5.5, representa un salto tecnológico que compite directamente con la tecnología estadounidense, desafiando la supremacía de Silicon Valley.
En lugar de centrarse únicamente en el procesamiento del lenguaje, SenseTime ha desarrollado un ecosistema integral de herramientas y tecnologías, una estrategia que recuerda al enfoque adoptado por Huawei o Xiaomi, con el objetivo de ofrecer una experiencia integral.
El modelo SenseNova 5.5 destaca por su carácter multimodal, capaz de analizar e integrar simultáneamente texto, imágenes y vídeos. Esta versatilidad le permite adaptarse a multitud de tareas complejas, que van desde la optimización financiera hasta la mejora del rendimiento agrícola. Intenta armonizar diferentes fuentes de información para producir resultados coherentes e innovadores.
El impacto de SenseTime se extiende mucho más allá de las fronteras de China. Con una cartera de más de 3.000 clientes institucionales y empresariales que utilizan sus tecnologías en campos tan variados como la salud, las finanzas y el turismo, la empresa se está consolidando como un protagonista del mercado.
Su rápida expansión redefine los cánones de la industria. Al ofrecer su modelo a un precio inmejorable, la empresa allana el camino para la adopción masiva de inteligencia artificial en el “internet de las cosas”, haciendo que esta tecnología sea ubicua y accesible.
El surgimiento de SenseTime es un serio competidor de los gigantes estadounidenses. Demuestra que China ya no es simplemente un seguidor, sino un verdadero innovador capaz de competir con las mejores tecnologías estadounidenses.