Ante la prohibición de participar en los Juegos Olímpico de Invierno bajo pabellón ruso, la propuesta de ondear la bandera soviética tuvo un enorme éxito en las redes sociales rusas.
La subcampeona mundial de 1994, Svetlana Gladyseva, enarboló la suya en Pyeongchang, Corea, a pesar de la prohibción del CIO: “Nunca abandonaré esta bandera. Es la bandera de mi nación. ¡La más grande del mundo!”, dijo ante las cámaras de la televisión Gladyseva, que estuvo en Corea en representación de la federación olímpica de su país.